Justicia prohibió a Rubén Manusovich presentarse a presidenciales argentinas

Manusovich renunció a su partido, luego que éste pretendiera que junto a su compañera de lista a la vicepresidencia, Adela Morales, pusieran de su propio bolsillo el dinero para sustentar la campaña, gastos entre los que estaba la impresión de las boletas mediante las cuales se realiza el voto. "Nos sentimos muy frustrados, proscritos, defraudados, por ser organizaciones de fuera de la política, que luchamos para una distribución del ingreso más equitativa. Sabíamos que no íbamos a ganar, pero podíamos hacer un aporte en la campaña electoral para discutir otros temas", dijo Manusovich. Manusovich, líder de Fedecámaras, organización que agrupa a pequeñas y medianas empresas y comerciantes, acusó al Ministerio del Interior de "discriminar" a los partidos políticos pequeños, a quienes, afirma, entrega el dinero con demoras. Estos fondos, que entrega el Gobierno a los partidos políticos para que financien sus campañas y la impresión de las boletas electorales, se determinan en función al desempeño de los conglomerados en elecciones anteriores. "En nuestro caso no giró oportunamente los fondos, lo que llevó a generar una situación donde no quedaba más alternativa que renunciar. Definitivamente nos tuvimos que quedar al margen de las elecciones", dijo Manusovich. El próximo domingo los argentinos elegirán presidente y vicepresidente entre 18 fórmulas electorales en un marco de incertidumbre y apatía. Según las últimas encuestas, el ex presidente Carlos Menem, el candidato oficialista Néstor Kirchner -ambos del Partido Justicialista (peronista)- y el conservador Ricardo López Murphy protagonizarán una reñida contienda. Los analistas consideran que el próximo mandatario surgirá de una segunda ronda electoral el 18 de mayo, ya que ninguno de los candidatos logrará el domingo al menos el 45 por ciento de los votos o por lo menos el 40 por ciento y una diferencia de más de 10 puntos sobre su rival inmediato. (EFE)