Familia visitó a varios médicos desde el 3 de marzo y fue el cuarto profesional que la atendió quien acertó el diagnóstico.
El pequeño Benjamín fue operado y se encuentra en recuperación.
"No entiendo por qué nadie pidió que le hicieran una radiografía, podría haber sido en el hospital", criticó la familia.
Un bebé de 10 meses de la provincia de Catamarca, en Argentina, tuvo atorado un alfiler de gancho en la garganta durante casi 20 días.
Su madre María Eugenia Díaz, una profesora de Matemática de la localidad de Rincón, visitó a varios médicos desde el pasado 3 de marzo, hasta que finalmente el cuarto profesional que la atendió pudo acertar el diagnóstico de su hijo, según informó Clarín.
Benjamín tuvo un acceso de tos mientras estaba comiendo pan en su coche y en su primera atención lo enviaron a su casa con un antiinflamatorio. Como el dolor seguía, otros profesionales le dieron antibióticos, luego corticoides y después nebulizaciones pero la irritación no desaparecía.
Finalmente en un recinto asistencial de San Fernando del Valle de Catamarca se le detectó el objeto, luego que con una cámara de fibra óptica se le miró la laringe. El alfiler estaba abierto y corría riesgo de lesionarlo más, pero en esa clínica catamarqueña no tenían los elementos para hacer una operación con ese riesgo.
Fue derivado de urgencia a una clínica privada en Córdoba donde fue operado. La intervención duró una hora y el bebé fue librado del gancho que ya le había provocado una infección en la laringe.
La familia criticó que recién en Córdoba se le hizo una radiografía a Benjamín y, según expresó la madre, "no entiendo por qué nadie pidió que le hicieran una radiografía, podría haber sido en el hospital, o la pediatra. Así le hubieran detectado lo que tenía".
Descartaron iniciar acciones legales y el pequeño se recupera después de la operación, según el medio argentino.
