Familias de poblaciones pobres de la ciudad se tomaron áreas comerciales.
Se produjeron enfrentamientos entre los vecinos y la policía.
Graves incidentes y destrozos se registraron en Bariloche luego de que un centenar de personas de las poblaciones más pobres de la ciudad ingresó por la fuerza al supermercado Changomas y lo saqueó.
Un nutrido grupo de vecinos cercanos a las inmediaciones del negocio llegó al lugar con sus caras cubiertas con pañuelos y les exigieron a los encargados que les dieran alimentos. El pedido se transformó en violencia y poco después unas 50 personas lograron ingresar y robaron alimentos, televisores LCD, otros artículos electrónicos, bicicletas y ropa.
Aunque los encargados del edificio habían cerrado las rejas y las puertas principales al percatarse de la cantidad de gente que estaba reclamando por comida cerca de la puerta de entrada, la turba rompió las alambradas con piedras y palos, tiró abajo las ventanas y se abrió camino a la fuerza. También fueron destrozados varios autos que estaban estacionados en las inmediaciones.
Según contó el diario Clarín, el supermercado está ubicado muy cerca de una de las zonas más pobres de Bariloche, el barrio Nuestras Malvinas, donde abundan las pequeñas casas de madera y chapa, armadas precariamente y con despojos de otras construcciones. Sin embargo, los saqueadores llegaron de distintos barrios humildes que forman la periferia del Bariloche turístico.
La policía llegó al lugar pero se mantuvo al margen de las acciones durante las primeras horas, con la orden de "contener pero no intervenir". Pero poco después, se generó una batalla campal que incluyó agua, gases, piedrazos y hasta algún auto incendiado en las inmediaciones.
Ataques a más negocios
Los clientes de Changomas que se encontraban dentro del edificio fueron evacuados por una puerta lateral.
Los saqueos siguieron en las horas siguientes por los negocios de la zona, como minimarkets y carnicerías. Luego, dos supermercados más de la cadena Total fueron saqueados. De ellos se llevaron, en su gran mayoría, comida y alcohol.
Entre los saqueadores se pudieron observar familias enteras, muchas de ellas con niños pequeños, pero el grueso de los agitadores eran adolescentes. Uno de los protagonistas le dijo a Clarín que por la noche tratarían de ingresar nuevamente al Changomas y "meterse en los camiones".
