Maximiliano Conca, el argentino que había sufrido un infarto en Chile y tuvo que ser trasladado a su país para continuar con su tratamiento, abandonó en apenas 24 horas el hospital público de Tucumán donde había sido internado, para trasladarse a una clínica privada al sentirse "abrumado por los medios".
El domingo 10 de enero, en Viña del Mar, el hombre sintió un dolor fuerte en su brazo cuando estaba manejando junto a su novia, perdió el control y chocó: Había sufrido un infarto agudo al miocardio. Tras esto, fue ingresado de inmediato al Hospital Naval, donde –de acuerdo a sus familiares- cada día de atención tiene un precio de cerca de 1 millón de pesos chilenos.
Este domingo, Conca volvió a Tucumán a través del consulado trasandino, pero el Ministerio de Salud trasandino confirmó que el paciente permaneció solo un par de horas en el Centro de Salud antes de salir por su cuenta y sin que se le hubiera dado el alta, según Crónica.
Las autoridades del recinto indicaron que no pudieron obligarlo a seguir internado porque es "una persona mayor de edad y está lúcido".
Conca fue trasladado al Centro Privado de Cardiología, y en esta jornada se hizo pública una carta en la que agradece el actuar de la gobernación y del personal de salud local, pero reconoce que "me sentí abrumado por los medios y las fotos que se difundieron sin mi autorización".
"Soy un ciudadano común y de perfil bajo, que jamás tuve conocimiento de la magnitud de esta situación hasta cuando llegué a mi amada provincia", afirmó.
Además, Conca pidió a las autoridades que gestionaron su pronto regreso y tratamiento en Tucumán que le "permitan realizar trabajos ad honorem a fin de poder cubrir los gastos (hasta el último centavo) de mi traslado a la provincia".
