La televisión estatal, bajo el control de la dictadura militar, reconoció además que hay al menos 56.000 personas desaparecidas, a dos semanas del paso del tifón.
Al menos 78.000 personas murieron a raíz del paso, hace dos semanas, del ciclón Nargis por Birmania, según reconoció la televisión oficial, controlada por la junta militar que hace 30 años domina la nación asiática.
Además, el tifón dejó un saldo de 56.000 desaparecidos, agregó el medio estatal.
Las cifras, no obstante, siguen lejos de las previsiones de la Cruz Roja, que indica que el número de fallecidos puede ser de 128.000, o Naciones Unidas (ONU), que lo sitúa en torno a 100.000.
Asimismo, ambas organizaciones subrayan que entre 1,5 y 2,5 millones de personas necesitan con toda urgencia alimentos, agua y refugio.
Ahora las lluvias torrenciales azotan la región devastada
Mientras el conteo de víctimas sigue, nuevas lluvias torrenciales cayeron esta jornada en las regiones de Bago, Irrawaddy, Kayin, Mon y Rangún, devastadas por Nargis.
Las precipitaciones continuarán hasta el sábado, aumentado el nivel de desprotección en que sobreviven los afectados por el ciclón, que sufren condiciones sanitarias paupérrimas, sólo recibiendo algo de la ayuda internacional que llegó a Myanmar.
La distribución de las donaciones sigue entorpecida por la negativa de los militares a entregar las visas que ONU y decenas de ONG han solicitado para sus cooperantes.
La Junta Militar, que soporta sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por la violación sistemática de derechos humanos, entrega los permisos en casos puntuales, aunque se muestra más abierta con voluntarios venidos de China, Tailandia, India y otros gobiernos amigos de la región. (EFE)
