Cerca de 10 mil personas salieron a las calles de la capital horas antes de la llegada al país del enviado especial del secretario general de ONU.
Los cuerpos de seguridad de Birmania (Myanmar) efectuaron disparos y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar una protesta de unas 10 mil personas en el centro de Rangún, y detuvieron además decenas de manifestantes, según testigos citados por la radio local.
A raíz de otros incidentes, un niño muerto y dos personas heridas con disparos de bala ingresaron en el Hospital Kyimyindine de la capital, detalló la emisora Mizzima.
La nueva manifestación tuvo lugar horas antes de la llegada a la ciudad del enviado especial de ONU, Ibrahim Gambari, con un mensaje del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para que se acabe con la violencia contra las movilizaciones pacíficas.
Hasta ahora, al menos 16 personas han muerto, cerca de 200 resultaron heridas y más de 1.000 fueron detenidas, entre ellas 800 monjes, desde el pasado miércoles, cuando el régimen militar comenzó a disolver las manifestaciones tras imponer el toque de queda y prohibir las reuniones públicas.
Entre las víctimas mortales hay dos extranjeros, incluido un fotógrafo japonés, y varios bonzos.
Este sábado, los soldados abrieron fuego contra los manifestantes, después de varias escaramuzas en las calles.
Cerca de 30 bonzos detenidos se declaran en huelga de hambre
En tanto, alrededor de 30 monjes budistas, de los más de 1.000 detenidos, se declararon en huelga de hambre en protesta por la violencia empleada por la junta militar.
Los religiosos fueron arrestados en la primera ola de detenciones practicadas por el Gobierno tras imponer el toque de queda y prohibir las reuniones públicas.
Según la radio birmana, los bonzos, de un grupo de 108 arrestados entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, comenzaron la protesta ese mismo día, mientras que sus compañeros los acompañan recitando los salmos budistas.
Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la Liga Nacional para la Democracia (LND), que lidera la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados anularon los generales. (EFE)
