Washington dispuso de más de 1.600 militares para colaborar en la búsqueda de sobrevivientes y recuperar cadáveres, a cuatro días del alud que sepultó un pequeño poblado filipino.
El Gobierno de Estados Unidos envió más de 1.600 efectivos militares y 16 helicópteros para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate de supervivientes del alud de tierra y agua que el viernes 17 de febrero sepultó la población filipina de San Bernardo.
Washington aportó, además, unos 260.000 dólares en concepto de ayuda para paliar las consecuencias más inmediatas de la tragedia y productos de primera necesidad, como mantas o agua, afirmó en rueda de prensa un portavoz del Departamento de Estado.
El portavoz, Adam Ereli, explicó que 1.630 efectivos de la 31º Unidad Expedicionaria de los Marines se desplazó al lugar del suceso para ayudar sobre el terreno y que unos 16 helicópteros participan en las
operaciones de búsqueda y rescate.
Los equipos de salvamento no consiguieron hallar nuevos signos de vida este martes, de las casi 1.000 personas que siguen desaparecidas en San Bernardo, la aldea del sur de la isla filipina de Leyte sepultada el pasado viernes por el aluvión.
El número de víctimas fatales se mantiene en 84, según los datos del Consejo Coordinador de Desastres Nacionales (NDCC, sigla en inglés), órgano que canaliza las informaciones que producen las distintas agencias públicas sobre las operaciones en San Bernardo. (EFE)
