Los uniformados y sus carros blindados se han retirado de la mayoría de los alrededores de los edificios públicos, mientras que la vida de la ciudad vuelve a la normalidad.
El golpista Ejército de Tailandia redujo la presencia de tropas en las calles de Bangkok, ciudad en la que la asonada contra el ahora depuesto primer ministro Thaksin Shinawatra no ha alterado la vida de millones de residentes.
En la sede del Gobierno, que Shinawatra encabezó hasta el pasado martes, montan guardia cerca de medio centenar de soldados y sólo cuatro de los 10 carros de combate que antes protegían ese edificio, situado en el casco viejo de la capital.
De igual forma, el Ejército retiró la mayor parte de los vehículos blindados que patrullaban las calles próximas al Palacio de Chitlada, la residencia oficial del rey Bhumibol Adulyadej, indicaron vecinos del lugar.
Con la finalidad de tranquilizar a la población, la cúpula militar declaró el pasado miércoles como jornada festiva, lo que llevó a la mayor parte de los ciudadanos a quedarse en sus casas.
Sin embargo, este jueves reabrieron sus puertas los comercios, oficinas, bancos y la administración pública, y el tráfico volvió a ser caótico como siempre.
En el aeropuerto internacional de Bangkok se registró una afluencia normal de viajeros, aunque se mantenían fuertes medidas de seguridad, especialmente en los controles de aduanas.
En su sitio en internet, la embajada de España en Bangkok recomendó a quienes tengan previsto ir a Tailandia en los próximos días "posponer el viaje por unos días, a menos que sea necesario, en espera de que la situación se defina". (EFE)
