Kioscos de Bangkok comercializan indiscriminadamente medicamentos para la disfunción eréctil

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Autor: Cooperativa.cl

Comerciantes aseguran que los productos son del todo "originales" y hasta sostienen "haberlos probado".

Algunos no contienen nada, pero existen falsificaciones que pueden incluir productos tóxicos.

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Los frascos con la etiqueta de los más demandados fármacos, como Viagra, Prozac o Valium, contra la disfunción eréctil son parte de la variada oferta de recuerdos que venden los kioscos de Bangkok situados en las cercanías de algunos de sus bazares del sexo.

ImagenPor supuesto que no hace falta receta para adquirir una de esos remedios de dudosa procedencia, aunque si es preciso pericia para el regateo del precio.

Pero el hecho de que los puestos continúen en su sitio un día tras otro, es señal de que el negocio funciona gracias al turista. Con su ensayada sonrisa los vendedores de las pequeñas tiendas llaman al turista masculino ofreciéndole las pastillas que aseguran serán un alivio y el elixir de una "gran noche".

De manera contradictoria, en Tailandia, uno de los principales destinos del circuito mundial del turismo del sexo, la prostitución está prohibida en teoría y sus leyes penan su práctica y hasta la venta de consoladores o cualquier objeto de confort sexual.

"Resultados más que satisfactorios"

Cualquier "barrio rojo" de Bangkok está plagado de estos pequeños puestos donde, además de cajas como la de la afamada Viagra, abundan también otras que son calcadas a las del medicamento Cialis, Levita o Kamagra, conocidos vasodilatadores que permiten la activación de los órganos sexuales masculinos.

Los comerciantes aseguraron que las marcas de productos que venden sin ser aparentemente molestados por la policía, son del todo "originales" y hasta sostienen "haberlos probado" con un resultado "más que satisfactorio".

Además de los populares potenciadores sexuales, en algunos de estos locales también se pueden adquirir otros supuestos fármacos cuyos efectos se han demostrado adictivos y pueden causar el síndrome de abstinencia a sus consumidores.

La boticaria de una farmacia convencional situada cerca de una hilera de kioscos, explicó que todos estos productos etiquetados como medicamentos que se pueden comprar en la calle son "falsos" ya que la ley establece que solo se pueden adquirir con prescripción médica y alerta de que su consumo entraña riesgos para la salud.

Tailandia se ha convertido en uno de los mayores productores de falsos fármacos contra trastornos sexuales, de los que la mayor parte son enviados a medio mundo mediante procedimientos ilegales y publicitados en internet.

En el mejor de los casos, el producto comprado no contiene nada, pero existen falsificaciones que pueden incluir productos tóxicos y causar graves complicaciones en el usuario.

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