Con su voz entrecortada, Severino Calvacanti aseguró que las acusaciones que pesan sobre él, haber extorsionado a un dueño de restaurante, son absolutamente falsas.
El titular de la Cámara Baja de Brasil, Severino Cavalcanti, renunció este miércoles a su cargo y a su mandato como diputado, acorralado por denuncias de corrupción que insistió en rechazar hasta en su último discurso ante el plenario.
Cavalcanti, un líder ultraconservador de 74 años que se había convertido en un fuerte aliado del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en el Congreso, dimitió tras haber sido acusado, hace dos semanas, de extorsionar al dueño del restaurante del Parlamento.
En su discurso de despedida, Cavalcanti hizo un repaso de su pobre infancia y adolescencia en el noreste de Brasil, la región más miserable del país, y atribuyó a "prejuicios" contra los habitantes de esa zona la "persecución" que le llevó a renunciar.
Insistió en que las denuncias en su contra son "falsas, falsas y falsas" y garantizó que lo demostrará en los tribunales.
Con la voz quebrada por la emoción, dijo que "delante de tantas acusaciones, debo decir la verdad: Severino Cavalcanti se empobreció con la política, pero volvería a hacer lo mismo que ha hecho durante su vida".
"Verifiquen el vacío de mis cuentas, de mi vida, y llegarán a la misma conclusión inevitable de que me he empobrecido con la política", dijo, para añadir que su vida es una muestra de "empobrecimiento ilícito".
Además de ser acusado de extorsionar al dueño del restaurante del Congreso en la renovación de su contrato, Cavalcanti fue señalado entre los parlamentarios que recibieron sobornos del Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, para supuestamente construir la mayoría parlamentaria que los votos no le dieron en 2002.
Hizo un repaso de sus 45 años de vida política y recordó que fue elegido presidente de la Cámara de Diputados en febrero pasado por una mayoría que depositó su "confianza" en él y a la que aseguró no haber traicionado.
Su cargo será ocupado ahora, interinamente, por el vicepresidente de la Cámara Baja, el diputado José Thomaz Nonó, del derechista Partido del Frente Liberal, uno de los más enconados adversarios del gobierno de Lula.
Nonó presidirá la Cámara de Diputados durante las próximas cinco sesiones y luego deberá convocar a una elección interna, para la que hasta ahora se han asomado unos once candidatos.
Uno de ellos, con apoyo de la mayoría opositora, es el propio Nonó, mientras que el PT hasta ahora baraja cuatro posibles candidatos.
La elección de Cavalcanti en febrero pasado fue en parte fruto de diferencias al interior del PT, que presentó dos candidatos y de ese modo dividió a la propia base parlamentaria oficialista. (EFE)
