El presidente brasileño dijo que su administración ya fue evaluada "victoriosamente" por la gente, en una mención a su reelección en 2006.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que la decisión de la Corte Suprema de abrir juicio penal contra algunos de los acusados por el escándalo de corrupción que en 2005 estremeció al país no tendrá impacto en su gobierno.
En una entrevista que concedió al diario O Estado de Sao Paulo, que será publicada en la edición del domingo pero algunos de cuyos apartes fueron anticipados este sábado, el jefe de Estado afirmó que su primer mandato ya fue juzgado, en las urnas, y salió victorioso.
"Causará impacto para él. Pero ninguno para el Gobierno", afirmó el gobernante al ser interrogado sobre la posibilidad de que la Corte también acepte las denuncias contra su ex ministro de la Presidencia, José Dirceu, uno de los acusados y que durante años fue su mano derecha.
Lula dijo que las decisiones del Supremo Tribunal Federal no pueden ser consideradas como un juicio de su primer mandato (2003-2006) debido a que su "gobierno ya fue juzgado. Y victoriosamente", en una mención a su reelección en 2006.
Según el mandatario, el principal resultado del escándalo que ahora comenzará a ser juzgado es que "quien se equivoca lo paga".
"Hubo una denuncia, que fue investigada. El Ministerio Público hizo su parte y pidió que los acusados sean juzgados. El proceso llegó a la justicia, que decide si acata o no la denuncia. Y ahí las personas serán procesadas en función de nuevas pruebas y nuevas investigaciones", afirmó.
"Hay gente que considera que eso es un trauma, pero a mí no me parece. Para mí, eso un canal de desobstrucción de la democracia brasileña", agregó.
Lula manifestó tranquilidad con respecto a la audiencia que comenzó el pasado miércoles y en la que el Tribunal debe decidir si acepta las denuncias contra los 40 protagonistas del mayor escándalo de corrupción en Brasil desde que el líder socialista asumió su mandato, en 2003.
Hasta ahora, la Corte ya aceptó las denuncias contra 19 de los 40 acusados, entre ellos dos ex ministros y un ex presidente de la Cámara Baja.
Los once magistrados del tribunal aún tendrán que pronunciarse la próxima semana sobre si abren procesos penales los otros acusados de integrar una red de corrupción que recaudó recursos ilegalmente, algunos desviados del Estado, para pagar sobornos a congresistas dispuestos a aprobar los proyectos de ley de interés del Gobierno. (EFE)
