El presidente de la instancia que investiga numerosos casos de irregularidades en el Parlamento de Brasil expresó que al menos 10 de sus colegas lo han presionado y otros dos lo han amenazado.
El diputado brasileño que preside el Consejo de Etica de la Cámara Baja, órgano que será responsable por el proceso para destituir 18 diputados acusados de corrupción, denunció que viene sufriendo presiones y hasta amenazas.
"Recibí hasta ahora presiones de por lo menos diez parlamentarios y exageradas (amenazas) de otros dos", afirmó el diputado Ricardo Izar en una entrevista publicada este domingo por el diario O Globo.
Como presidente de la Comisión de Etica de la Cámara de Diputados, Izar recibió el pasado lunes un informe de dos comisiones legislativas en las que se recomienda la apertura de procesos para despojar del mandato a 18 diputados.
Tales parlamentarios, de seis partidos diferentes, fueron acusados de recibir recursos de una red ilegal de recaudación y distribución de dinero para financiar campañas electorales montada por el oficialista Partido de los Trabajadores, la formación fundada en 1980 por el presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva.
En una extensa entrevista al diario, Izar admitió que viene "recibiendo amenazas, que prefiere llamar de presiones exageradas", por parte de algunos colegas en el Parlamento.
"Son presiones que me incomodan bastante, pero ya tomé medidas de precaución. Grabé muchas cosas e informé a autoridades judiciales sobre eso", afirmó el presidente de la Comisión de Etica.
"Hice eso para mostrar que realmente existe presión y que las amenazas ocurrieron. Busqué una autoridad, le expliqué y grabé nuestra conversación. Es para que quede un registro de eso", agregó.
Izar dijo que las amenazas proceden de los diputados y de sus asesores, que lo vienen cercando en diferentes partes del Congreso, y que también recibe recados y llamadas telefónicas.
"Ellos dicen que si los procesos no se efectúan como ellos quieren van a crearme problemas. Algunos quieren que yo archive las investigaciones. Otro dijo que va a inventarme historias", afirmó.
Relató que tales presiones son abiertas y nunca de forma anónima y que algunos parlamentarios llegan a llorar en su frente y a decir que están desesperados.
Afirmó igualmente que no teme por su vida y que, por lo mismo, no ha solicitado protección policial.
"Llevo 19 años en la Cámara de Diputados. Tengo experiencia y las presiones no me alcanzan. Hablé con los miembros de la comisión que tendrán que relatar los procesos y les dije que ignoren esas presiones", afirmó.
La Comisión de Etica concluyó el pasado miércoles un proceso contra el diputado Roberto Jefferson y aprobó su destitución.
La pérdida del mandato del parlamentario, el primero en ser juzgado desde que surgieron las denuncias de corrupción que sacuden a Brasil, dependerá ahora de una votación en el plenario de la Cámara Baja.
Jefferson, ex presidente del Partido Laborista Brasileño, fue el diputado que denunció la existencia de una red ilegal montada por el partido de Lula para sobornar a legisladores.
Pese a que sus denuncias permitieron el inicio de todas las investigaciones de corrupción, el diputado también podrá perder su mandato debido a que admitió que recibió del PT recursos captados ilegalmente y que nunca fueron declarados.
Izar calcula que de los 18 procesos que serán abiertos por la Comisión de Etica, unos ocho o diez avanzarán rumbo al plenario de la Cámara para que sea votada la destitución de esos diputados.
"Haciendo una evaluación preliminar y analizando los documentos que recibimos hasta ahora, tenemos ya una idea de las cosas. La cuenta es de ocho casos graves. Al final de esta crisis, creo que entre ocho y diez diputados serán despojados del mandato", afirmó.
Entre los diputados que serán procesados figuran dos importantes líderes del PT: Joao Paulo Cunha, que hasta febrero pasado presidió la Cámara de Diputados, y José Dirceu, presidente del partido hasta fines del 2002 y ministro de la Presidencia hasta hace dos meses, cuando renunció alcanzado por los escándalos de corrupción. (EFE)
