Los 10 secretarios de Estado renunciaron para postular a cargos de representación popular.
El ahora ex ministro Henrique Meirelles suena como posible candidato presidencial.
El presidente brasileño, Michel Temer, puso este martes en funciones a 10 nuevos ministros, en cambios forzados por las elecciones de octubre próximo, aseguró que cambia el equipo pero no su "calidad" y reiteró su voluntad de "reformar el país".
En todos los casos, los cambios fueron forzados por renuncias de anteriores ministros que han decidido postular a algún cargo, en su mayoría de diputado y senador, y se vieron impedidos de continuar en el Gobierno por las normas electorales.
Según esas reglas, que solamente no se aplican al presidente y al vicepresidente, todo miembro del Gobierno que pretenda ser candidato a un cargo electivo debe renunciar seis meses antes de los comicios, que este año se celebrarán el próximo 7 de octubre.
El acto fue colectivo y en él asumieron los nuevos titulares de Integración, Antonio de Pádua; Turismo, Vinicius Lummertz; Deporte, Leandro Cruz Fróes; Planificación, Esteves Colnago; Minas y Energía, Wellington Moreira Franco; Desarrollo, Industria y Comercio, Marcos Jorge de Lima.
Asimismo, el mandatario puso en funciones a los nuevos ministros de Desarrollo Social, Alberto Beltrame; Trabajo, Helton Yomura; Educación, Rossieli Soares; y Hacienda, Eduardo Guardia.
"Son 10 importantes cambios en el equipo de Gobierno, pero son cambios que alteran la composición y no la calidad de ese equipo", declaró Temer en la ceremonia.
"Cambia el equipo, pero se renueva la voluntad de reformar al país", pues "el objetivo es construir un nuevo Brasil, sin que se interrumpa lo que ha sido hecho hasta ahora", declaró Temer, quien instó a sus nuevos ministros a "completar esa obra".
Perfil técnico
Los 10 nuevos ministros de Temer, quien concluirá su mandato el 1 de enero de 2019, tienen en su mayoría un perfil más técnico que político y completan el gabinete de 29 miembros para los nueve meses que le quedan por delante al mandatario.
El más importante de esos cambios fue el registrado en el despacho de Hacienda, en el que Eduardo Guardia, hasta ahora viceministro, ha asumido el cargo que desde 2016 ejerció Henrique Meirelles, hombre de confianza del mandatario y los mercados.
Temer valoró en forma especial el trabajo de Meirelles, de quien dijo que "fue esencial para recuperar la credibilidad de las cuentas públicas y para retomar el crecimiento sustentado".
El presidente no dudó en calificar a Meirelles como "uno de los mejores ministros de Hacienda que Brasil ya tuvo" y aseguró que Guardia "es parte del mismo equipo con el que se puso al país en el rumbo correcto del crecimiento, la generación de empleos y renta".
Guardia, aún sin la proyección nacional e internacional que tiene Meirelles, es igualmente un hombre de mercados, pues si bien ya ha ejercido diversos cargos en el sector público, también fue director financiero de la Bolsa de Valores de Sao Paulo.
En relación a Guardia, que encarna el más importante de esos diez cambios, Temer manifestó su convicción de que dirigirá el Ministerio de Hacienda "de forma serena".
Futuro de Meirelles
Meirelles renunció la semana pasada, cuando también se afilió al partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB), que lidera Temer, con la posible intención de presentarse como candidato a presidente por esa formación.
En el MDB también se contempla la posibilidad de que Temer decida postular a la Presidencia, en cuyo caso Meirelles sería su compañero de fórmula, pero ello dependería de negociaciones en curso.
En caso de que Temer decline, en parte porque su popularidad en las encuestas no pasa del 5 por ciento, Meirelles pudiera ser el candidato presidencial del partido, según ha dicho el propio MDB.
El ahora ex ministro de Hacienda, de 72 años, ha dedicado la mayor parte de su vida a la banca privada nacional e internacional y llegó a ser presidente mundial del BankBoston.
Entre 2003 y 2010 fue presidente del Banco Central de Brasil, durante la gestión del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y en 2016, tras la destitución de Dilma Rousseff, fue designado por Temer para el cargo que ocupó hasta hoy.
