El mandatario cumplió este domingo 58 años.
El próximo 7 de agosto dejará la presidencia con una popularidad cercana al 70 por ciento.
Con marchas en varias ciudades del país, los colombianos expresaron este domingo su adhesión y agradecimiento al presidente Alvaro Uribe, quien cumplió 58 años, y se apresta a dejar la primera magistratura el próximo 7 de agosto, tras ocho años en el cargo, con índices de popularidad cercanos al 70 por ciento.
Más de 300 personas se congregaron en las calles de Bogotá, y otros tantos lo hicieron en Pereira y Medellín, ciudad esta última donde el 4 de julio de 1952 nació el mandatario, quien precisamente hoy, desde esa ciudad, encabezó el consejo comunal número 301 de su Gobierno.
La cita se inició con una serenata en honor de gobernante, y en esta instancia, Uribe prometió que tras dejar la presidencia seguirá cooperando con las autoridades, como "un simple ciudadano", para "ayudar a derrotar al crimen".
"No voy a portar sino un arma: un teléfono celular, que es lo único que necesitamos los cooperantes para estarles informando a las autoridades y ayudar a derrotar el crimen. Necesitamos 46 millones de colombianos cooperantes, con un numerito aquí en el automático del celular, para estar llamando a la Fuerza Pública y ayudar", expresó Uribe.
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| Los adherentes de Uribe destacan especialmente sus logros en la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla. (Foto: EFE) |
La fidelidad de sus seguidores
La movilización de este domingo en honor del mandatario fue impulsada a través de la red social Facebook por un grupo de universitarios colombianos, con apoyo de la empresa privada. La idea de hacer estas marchas surgió -como recordó el grupo en Facebook- "ante la decisión de la Corte Constitucional" que impidió un referendo que hubiera facultado a Uribe para aspirar a una segunda reelección consecutiva.
Además del grupo en Facebook, también hay una página web en la que se destacan algunos de los logros de los ocho años de Gobierno de Uribe, como la llamada política de "seguridad democrática", basada en la lucha militar contra las guerrillas.
Esa política es una de las que más popularidad le ha dado a Uribe, cuyo Gobierno, en otra cara de los duros golpes a la guerrilla de las FARC, se ha visto salpicado por graves escándalos, como el de las escuchas a opositores, periodistas y activistas de derechos humanos, y el de las ejecuciones de civiles a manos de militares que los hacían pasar por guerrilleros muertos en combate.
El presidente electo colombiano, el ex ministro de Defensa de Uribe Juan Manuel Santos, ganador de los recientes comicios en la segunda vuelta del 20 de junio, fue en su rol de secretario de Estado el impulsor de varias de aquellas polémicas iniciativas.
