El presidente de EEUU, Barack Obama, prometió una investigación a fondo sobre el uso de armas químicas en Siria y alertó de que, de comprobarse que eso está ocurriendo, cambiará su "cálculo" sobre cómo actuar ante la crisis en ese país.
"Hay una urgencia creciente sobre lo que ya es un importante problema de seguridad y militar en la región", advirtió Obama antes de reunirse en la Casa Blanca con el rey jordano, Abdalá II.
Obama mantuvo la misma prudencia que otros funcionarios de la Casa Blanca que han insistido en que las "evaluaciones de inteligencia" sobre el uso de armas químicas en Siria aún no son "suficientes" y, por tanto, son necesarios "hechos creíbles y confirmados" antes de tomar decisiones.
Durante su viaje oficial a Emiratos Árabes Unidos, el secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, indicó que los servicios de inteligencia estadounidenses han concluido con "diversos grados de confianza" que ha habido uso de armas químicas en Siria por parte del régimen del presidente Bachar al Asad.
El uso de armas químicas contra la población por parte del régimen "cambiará mi cálculo", advirtió Obama, para quien el conflicto en Siria es "un desafío cambiante" para cuya resolución la comunidad internacional debe trabajar unida.
Una línea "ya se ha cruzado cuando estamos viendo decenas de miles de personas asesinadas por el régimen", subrayó.
Pero "el uso de armas de destrucción masiva sobre la población civil cruza otra línea en términos de normas y leyes internacionales", declaró Obama.
El mandatario ha sido claro desde hace tiempo en que el uso de esas armas o su transferencia a grupos terroristas sería cruzar una "línea roja".