Los dispositivos no podrán ingresar al "ala oeste": deberán quedar en casilleros, fuera de las reuniones.
La decisión se da tras las últimas filtraciones y la publicación de un libro del reconocido periodista Bob Woodward.
El mandatario busca evitar que se filtren grabaciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una nueva regla contra los celulares en el "ala oeste", lugar estratégico de la Casa Blanca donde se toman las decisiones más importantes.
La decisión se da luego de que la ex asesora Omarosa Manigault Newman revelara, tras ser despedida, que grabó conversaciones del secretario general de la Casa Blanca, John Kelly.
La medida implica que los empleados del Gobierno no podrán mantener sus teléfonos consigo, sino que deberán dejarlos en sus oficinas o en los casilleros ubicados cercanos a la entrada del "ala oeste", informó CNN.
El cambio se sumó a lo implementado en enero pasado, cuando la Casa Blanca prohibió todo tipo de "dispositivos tecnológicos personales" en dicho lugar del edificio gubernamental, según indicó la vocera Sarah Huckabee en ese momento.
La implementación busca evitar que la información se filtre, y se da en medio de versiones sobre una "paranoia intensificada" en los últimos días por la publicación de un libro del famoso periodista Bob Woodward.
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