La inquietud por la llegada de extranjeros se cuadruplicó desde enero entre los ciudadanos de Estados Unidos, y se trepó hasta el tercer lugar de los tópicos que más los alarman.
La inmigración se encuentra entre los tres temas que más preocupan a los estadounidenses, y se sitúa por detrás de la guerra de Irak y la economía, según una encuesta difundida este domingo.
La encuesta, hecha por Ipsos entre el 3 y el 5 de abril, refleja que al 19 por ciento de los estadounidenses lo que más les preocupa es la guerra en Irak, seguido del 14 por ciento que afirma que la economía es el asunto prioritario y, en tercer lugar, se sitúa la inmigración, con el 13 por ciento.
Esta cifra es cuatro veces superior a otro sondeo de enero.
En la actualidad se estima que en Estados Unidos hay alrededor de 12 millones de inmigrantes indocumentados.
El año pasado, las autoridades estadounidenses detuvieron a alrededor de 1,2 millones de inmigrantes en la frontera con México, según cifras aportadas por funcionarios del Gobierno.
Los datos demuestran que la ciudadanía sigue de cerca el debate sobre este tema que analiza el Congreso de Estados Unidos y que ha provocado las protestas de miles de inmigrantes en el país, mediante manifestaciones públicas.
La polémica por la ley sobre extranjeros
El viernes 7 de abril republicanos y demócratas se mantuvieron firmes en sus posiciones e impidieron, por segunda vez en dos días, el voto en el Senado de Estados Unidos de una reforma migratoria para decidir la suerte de los 12 millones de inmigrantes indocumentados.
Los senadores, que intentaban elaborar un proyecto de ley que contentase a todos en el debate sobre inmigración, no lograron proceder a la votación definitiva de la medida de consenso presentada por los republicanos Chuck Hagel y Mel Martínez.
Tampoco pudieron llevar a votación la propuesta que impulsaba el líder de la mayoría republicana, Bill Frist, que no incluía la legalización de los extranjeros indocumentados.
El debate tendrá que esperar hasta después de un receso legislativo de dos semanas, pero no está claro exactamente qué medida discutirán.
Este domingo, el senador republicano y presidente del Comité Judicial del Senado, Arlen Specter, se mostró optimista sobre la posibilidad que tras este período vacacional unos y otros logren votar el proyecto de ley, pese al atrincheramiento de las posiciones entre los dos grupos políticos.
"Creo que las posturas de unos y otros se enfriarán durante estas dos semanas", dijo Specter, en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense Fox.
El sábado 8 de abril, el propio presidente de Estados Unidos, George W. Bush, culpó al líder demócrata en el Senado, Harry Reid, de bloquear la votación de un proyecto de ley de reforma migratoria, y pidió al político de la oposición que ponga fin a sus "tácticas".
Reid respondió que al culpar a los demócratas Bush busca distraer la atención sobre los problemas que lo persiguen, entre ellos la acusación de que filtró información confidencial.
A su vez, John Boehner, líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, indicó este domingo, antes que se discuta el programa de trabajadores temporales que ha propuesto Bush, "hay que asegurar las fronteras".
En declaraciones al programa dominical "This week with George Stephanopoulos", de la cadena de televisión ABC, Boehner se mostró convencido de que tanto demócratas como republicanos pueden resolver sus diferencias tras el descanso parlamentario.
El debate este fin de semana se caldea ante la celebración el lunes 10 de abril en casi un centenar de ciudades de Estados Unidos de diversas manifestaciones a las que se espera que acudan miles de personas, en defensa de sus derechos como inmigrantes. (EFE)
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