Una nueva polémica sobre el aborto se abrió en el marco de la campaña presidencial estadounidense tras declaraciones de un político republicano.
Si en agosto un legislador planteó el concepto de "violaciones legítimas", ahora el candidato al Senado por Indianapolis, Richard Mourdock, afirmó que los embarazos generados tras una violación ocurren porque "Dios quiere que pasen".
A sólo 15 días de la cita electoral, y en el marco de un debate en el Senado, Mourdock pronunció la frase como parte de su argumento para rechazar el aborto.
"Le di muchas vueltas, pero me he dado cuenta de que la vida es un don de Dios, y creo que incluso cuando la vida comienza en esa situación horrible de una violación, es algo que Dios quiere que suceda", dijo el político.
Reacciones
Las reacciones se produjeron en cuestión de minutos. El líder republicano, Mitt Romney, se apresuró a poner distancia de estas declaraciones de Mourdock, pero las críticas arreciaron desde las filas demócratas.
"El gobernador (Romney) no está de acuerdo con los comentarios de Richard Mourdock, ya que no reflejan sus puntos de vista", dijo la vocera de su campaña, Andrea Saul.
Romney ha dicho en varias ocasiones que se opone al aborto, salvo en los casos de violación, incesto o para salvar la vida de la madre. Además, se ha comprometido a ser un "presidente pro vida" y su plataforma presidencial apoya la revocación de la decisión de 1973 del Tribunal Supremo de legalizar el aborto, dejando que la decisión dependa de cada uno de los Estados.
"Como católico pro vida estoy aturdido y avergonzado de que Richard Mourdock crea que una violación es algo que Dios quiere que suceda. Las víctimas de violación son víctimas de un acto extremadamente violento y el mío no es un Dios violento. ¿Necesitamos más pruebas de que Richard Mourdock es un extremista?", dijo en una declaración pública el presidente del Partido Demócrata en Indiana, Dan Parker.
El abordo vuelve a tomarse la campaña estadounidense, tal y como sucedió el pasado mes de agosto tras las declaraciones del también candidato al Senado por el Partido Republicano Todd Akin, quien habló sobre las violaciones "legítimas".
La oleada de críticas llevó entonces a Akin a pedir disculpas, pero éste se negó a dejar la carrera política pese a las presiones que recibió incluso desde su propio partido, consigna este miércoles el diario español El País.