Gorila se volvió adicto a los celulares y zoológico tuvo que tomar medidas

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Autor: Cooperativa.cl

La adicción del animal llegó al punto en el que dejó de interactuar con los otros primates que compartían su hábitat.

Gorila se volvió adicto a los celulares y zoológico tuvo que tomar medidas
 @lincolnparkzoo
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Se trata de Amare, un gorila de 16 años del zoológico Lincoln Park de Chicago, Estados Unidos, que se volvió adicto a las pantallas de los celulares que los visitantes le mostraban.

De acuerdo a Chicago Tribune, el encargado de estudiar el comportamiento de los simios en el parque, Stephen Ross, notó que el animal pasaba sus días sentado en el rincón de su hábitat donde podía ver a la gente usar sus celulares, lo cual le estaba causando un estilo de vida mucho más sedentario que podía perjudicar de forma grave su salud.

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Crédito: Zoológico Lincoln Park

Posteriormente, la adicción del gorila a las pantallas llegó al punto en el que el animal dejó de interactuar con los otros primates que vivían con él.

"No fue hasta ese momento que tuvimos que hacer algo para ayudar a que Amare tomara mejores decisiones de su tiempo frente a las pantallas", comentó Ross.

Frente a ello, los trabajadores del zoológico tuvieron que instalar puntales temporales frente a la ventana del hábitat, para evitar que Amare vea los celulares de los visitantes, y así incentivarlo a pasar más tiempo con sus compañeros simios.

De acuerdo a Ross, la fijación de Amare por las pantallas no es necesariamente única, ya que ciertos simios se sienten más atraídos por ellas que otros: "Amare está acostumbrado a las pantallas y al trabajo interactivo con ellas. Es razonable pensar que entiende algo de lo que ve, y ciertamente creo que es mucho más que cuando se siente atraído por una luz brillante".

Tras las primeras semanas de haber tomado las medidas, los trabajadores del recinto notaron mejorías en el comportamiento de Amare, y también en la actitud de las personas, quienes cada vez le muestran menos el teléfono al animal.

"Amare se está dando cuenta de que realmente no vale la pena para él sentarse en ese rincón, esperando a que alguien se acerque y le muestre su teléfono", señaló Ross.

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