El texto, que otorga mayor autogobierno, es la modificación del proyecto aprobado en septiembre del año pasado y que definía a la comunidad autónoma como "una nación".
El Congreso de los Diputados, cámara baja del Parlamento español, aprobó este jueves la reforma del Estatuto de Cataluña, un texto que dota a esta región de un mayor autogobierno.
El nuevo texto, que sustituye al vigente desde 1979 y deberá ser ratificado por el Senado (Cámara Alta) y en referéndum por los catalanes en junio, fue aprobado por 189 votos a favor, 154 en contra y dos abstenciones, tras dos años y medio de tramitación en los Parlamentos español y catalán.
Antes de la votación, los grupos parlamentarios reprodujeron la intensa polémica política que ha generado esta reforma, a causa de la definición de Cataluña como nación y de un nuevo sistema fiscal que da al Gobierno regional más capacidad de recaudación y gestión.
El presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, asistió al final del debate después de entrevistarse con el presidente regional de Cataluña, Pasqual Maragall, quien encabezó la delegación catalana que presenció los debates en el Congreso.
La posición del Ejecutivo español fue defendida por la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, quien defendió que la reforma del Estatuto de Cataluña fortalece la Constitución y no deja lugar para "la añagaza de la quiebra del Estado o de la ruptura de España".
La vicepresidenta del Gobierno señaló que el espíritu de la reforma del texto es de respeto a la diversidad en la unidad de "una España mejor, más tolerante, más solidaria y más fuerte, una España de todos y para todos, sin exclusiones ni excluidos".
El líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, expuso las razones del voto en contra del principal grupo opositor, afirmando que el nuevo Estatuto es "objetivamente inconstitucional", porque "contradice" la Carta Magna de 1978, y asegurando que consagra que "estamos en el principio del fin del Estado".
Rajoy criticó la ausencia de Zapatero durante el debate y le acuso de propiciar "una reforma constitucional encubierta", que "divide a los españoles, exalta la insolidaridad, nos hará mas ineficaces dentro de las fronteras y más irrelevantes fuera".
También votaron en contra los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), cuyo secretario general, Joan Puigcercós, dijo que el nuevo Estatuto "es bueno para España, para una región de España, pero no lo es para una nación como Cataluña".
Puigcercós lamentó los recortes realizados en la reforma estatutaria que aprobó el Parlamento regional en septiembre de 2005 y lo vinculó al clima de "crispación" propiciado por el PP y que, en su opinión, ha puesto freno a la intención inicial del Gobierno.
A ERC le molesta especialmente que se utilice "un circunloquio" para definir a Cataluña como nación y se haga sólo en el preámbulo.
No obstante, el dirigente de ERC consideró que aún se pueden mejorar las cosas en el redactado del Estatuto durante su tramitación en el Senado, sobre todo tras el "cambio en el clima político" a raíz del "alto el fuego permanente" de ETA. (EFE)
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