Un reportaje que publicó el diario El Mundo, en el que se daba cuenta de la extrema delgadez de la Princesa, hizo reaccionar a la monarquía hispana, que rechazó la supuesta enfermedad.
El jefe de Relaciones Públicas de la Casa Real española desmintió tajantemente que la Princesa de Asturias sufra anorexia, por medio de una carta al director enviada al diario El Mundo. "Es absolutamente falso que Doña Letizia padezca dicha enfermedad", afirmó en un comunicado Juan González-Cebrián Tello.
El desmentido hizo referencia a dos artículos publicados por el suplemento Crónica se citó la "extremada delgadez" de la joven, que tiene unas caderas "dos centímetros menor a la de una modelo".
El pasado domingo, el suplemento publicó un reportaje sobre la evidente delgadez de la Princesa, en el que la periodista Carmen Duerto, que firmó la nota, se preguntaba si Letizia Ortiz sufre "el mal de las Princesas", eufemismo con el que denominan a la anorexia.
En el reportaje se puede ver una fotografía de la Princesa de Asturias el pasado mes de enero que alarmó, a la prensa francesa e inglesa, que resaltaron que Letizia tiene "rasgos faciales marcados, brazos filiformes y silueta delgada".
El reportaje insistía en que Letizia Ortiz "está delgadísima, pero su constitución genética es así. Ella y los suyos afirman que come 'como una lima' pero que todo lo quema debido su carácter hiperactivo, al que se suma ese afán de perfección que le lleva a ser un puro nervio quemagrasas. Todo ello le hace estar por debajo en dos puntos de la talla media nacional. Tiene un talle de 63 centímetros y unas caderas de 88, dos centímetros menos que las medidas estándar de las modelos de pasarela".
"Aunque sus modistos 'oficiales' sostienen que utiliza una talla 38, otras marcas que han preferido mantener el anonimato, aseguran que la talla solicitada por Letizia ha sido la 36 e incluso, la 34", afirmó el reportaje.
La nota señaló que una posible respuesta a la preocupante delgadez de la Princesa es "el protocolo. Ante los largos besamanos de pie, con tacones de más de 10 centímetros, en postura erguida con hombros hacia atrás y barbilla en perfecto ángulo recto con el cuello, Letizia ha aprendido a apoyar el peso del cuerpo en los glúteos, que es uno de los trucos de supervivencia que se enseña en el cursillo de formación para las nuevas princesas", lo que acentúa los exagerados bultos en los omoplatos por la inexistencia de masa muscular.
Apenas dos días después, la periodista Carmen Rigalt en su columna de opinión del diario le pedía a la Princesa "un poco más de lustre". "La calle comenta que la delgadez de la Princesa merece una llamada de atención. Me abstendré de afirmar que la Princesa es anoréxica, pero tiene hechuras anoréxicas, y eso es objetivable", escribió.
"Victoria de Suecia tuvo hace años un problema, la familia real sueca afrontó el tema abiertamente y la sociedad hizo causa común con la princesa. La Princesa de Asturias merece otro lustre. Si sufre, malo, pero si no sufre y está así por gusto, peor. Una princesa no tiene derecho a constituir un mal ejemplo", terminó el texto. (Agencias)
