Así lo señaló el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Los controladores se arriesgan a graves sanciones si no acuden a sus trabajos.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó para este sábado por la mañana a un consejo de ministros extraordinario en el que declarará el estado de alarma si la situación en los aeropuertos españoles "no se normaliza completamente".
Según anunció el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, el estado de alarma supondría que se van a movilizar militarmente a todos los controladores.
Si ello se produce sería la primera vez que se declara el estado de alarma en la historia de la democracia española.
En el caso de que alguno no acuda a su puesto pasará inmediatamente a disposición judicial acusado de un delito que puede implicar penas graves de prisión, añadió.
Rubalcaba, a cuyo lado se encontraba la ministra de Defensa, Carme Chacón, recordó que en este momento el Ejército del Aire pasó a ejercer la dirección del control de la navegación aérea.
El vicepresidente primero dijo que la asistencia de los controladores a las torres ha sido "desigual" y en algunos casos "meramente formal", ya que si bien acudieron a sus puestos en la práctica no trabajaron.
Gobierno pidió disculpas
Rubalcaba transmitió de nuevo las disculpas del Gobierno a todos los ciudadanos que han visto "gravemente perturbada" su actividad, sobre todo a aquellos que pasan la noche en algunos aeropuertos de España y para lo que el Gobierno ha puesto a disposición todos los medios de los que dispone para "hacerles la noche más fácil".
Queremos, concluyó Rubalcaba, insistir ante la opinión pública que el Gobierno "está decidido" a actuar, utilizando todos los instrumentos que el Estado de Derecho pone a su disposición "para impedir que un conjunto de trabajadores defiendan algunos de sus privilegios perturbando gravemente la vida nacional".
La declaración del estado de alarma está recogido en el artículo 162 de la Constitución, que abre tal posibilidad ante terremotos, inundaciones, incendios urbanos o accidentes de gran magnitud, epidemias, desabastecimiento de productos de primera necesidad y, como en este caso, la paralización de servicios públicos para la comunidad.
