El registro de la grabación de los datos del viaje puede develar las claves del siniestro, que deja 41 muertos, en momentos en que las fallas estructurales están siendo descartadas por las autoridades españolas.
El consejero de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, aseguró que la caja negra del tren del metro siniestrado el lunes en Valencia, España, permitirá dar las claves de un "accidente nada frecuente" y que parece "imposible que pueda pasar".
Tras inspeccionar la mañana de este martes las tareas de los técnicos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana en la zona del suceso, García Antón afirmó que las ruedas del tren están, la bóveda del túnel, también, los raíles y traviesas "están en buen estado y no se descarta el exceso de velocidad, aunque no hay nada concluyente todavía".
García dijo que este martes se conocerán los resultados de la investigación inicial del accidente en el que murieron 41 personas y agregó que no hay más cadáveres debajo de los vagones volcados y que la situación en el túnel es "alarmante: un amasijo de hierros, carros doblados y deshechos, cristales rotos y puertas dobladas".
En declaraciones a los periodistas, García Antón comentó que "la caja negra está ya en manos de los técnicos" de FGV, que están analizando su contenido.
Reconoció que "la hipótesis más probable es el exceso de velocidad", aunque matizó que no se puede ser concluyente todavía, al tiempo que comentó que "no se descarta un fallo mecánico, aunque es más improbable".
Adelantó que desde las 10:30 horas (08:30 GMT) está reunido el Comité de Seguridad para analizar el contenido de la caja negra y que en las próximas horas se dispondrá de "un informe prácticamente concluyente".
García Antón subrayó que ha sido "un accidente nada frecuente", pues el tren "se ha salido de la vía y ha chocado contra el muro. Era imposible que pudiera pasar".
Recordó que la Línea 1 del metro de Valencia está en funcionamiento desde hace 20 años, con un tráfico de 130 trenes diarios y, durante este tiempo, "nunca ha habido problemas, ni descarrilamientos en ese punto".
Se trata de una línea de 90 kilómetros de longitud que "es más un tren de cercanías", según dijo el consejero, pues unos 82 kilómetros son de trazado en superficie y los restantes ocho kilómetros (que atraviesan la ciudad de Valencia) en subterráneo.
En esa línea se han invertido recientemente 128 millones de euros en supresión de pasos a nivel y en mejoras de seguridad que afectan a los numerosos municipios de la provincia por los que discurre el trazado. (Agencias)
