En medio de la polémica por la golpiza dada por un joven catalán a una ecuatoriana en el tren urbano de Barcelona, el personero habló de la llegada de una criminalidad "autóctona de otros países".
El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, se mostró preocupado por la incidencia "cada vez más acusada" de la delincuencia protagonizada por los inmigrantes.
En un discurso pronunciado en el acto de apertura de los tribunales celebrado en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Moix aseguró que el 61 por ciento de las personas que el año pasado pasaron a disposición judicial por la comisión de un delito en la capital eran extranjeras.
Moix dijo que no debe equipararse la condición de extranjero con la de delincuente, pero advirtió de que "la desaparición del concepto de frontera en el ámbito de la Unión Europea (UE) y la progresiva ampliación de ésta ha facilitado la llegada de una delincuencia autóctona de otros países".
El fiscal jefe manifestó que las distintas "concepciones culturales" de quienes llegan a la región de Madrid "chocan a veces con la imperante en España, ocasionando que conductas no reprochables o levemente sancionadas en los países de origen de los inmigrantes" sean consideradas delito aquí.
También destacó que las dificultades de integración muchas veces desembocan en delincuencia y alertó de la entrada incontrolada de extranjeros, ya que quienes se encuentran en situación irregular se ven abocados a delinquir para sobrevivir o se convierten "en víctimas propiciatorias de explotación laboral o sexual".
Moix ofreció datos para sustentar sus afirmaciones.
Según señaló, el 60,58 por ciento de los agresores en casos de violencia doméstica en Madrid capital en 2006 eran extranjeros, un porcentaje que fue del 56 por ciento en el caso de los internados por asuntos relacionados con la delincuencia juvenil.
Los extranjeros representan el 13 por ciento de la población total de la región de Madrid y el 15 por ciento de la de Madrid capital.
Las declaraciones de Moix se dan en medio de la polémica que se vive en España luego que las cámaras de seguridad del Metro de Barcelona captaran a un joven golpeando e insultando a una menor ecuatoriana, caso que es investigado por la justicia local. (EFE)
