El ex mandatario obtuvo más del 60 por ciento de los votos en la interna de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
Sarkozy no parece querer ocultar su deseo de volver al Palacio del Elíseo.
El ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy logró la jefatura de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) al obtener el 64,5 por ciento de los votos de sus militantes, una victoria amplia pero decepcionante a la vista de sus ambiciones para volver a competir en 2017 por la presidencia del país.
Este resultado queda lejos del 85 por ciento que obtuvo Sarkozy la primera vez que se convirtió en el timonel de su partido, en 2004, y pone en evidencia que ya no es la personalidad indiscutible que fue durante años dentro de la UMP.
Sarkozy, tras los resultados electorales, compartió un mensaje en su cuenta de Facebook en el que evitó caer en el triunfalismo personal y puso el acento en que "este voto marca un nuevo arranque para nuestra familia política".
Además de agradecer a los afiliados que lo apoyaron, hizo hincapié en que la campaña había sido "digna" y saludó a sus otros dos contrincantes, el ex ministro Bruno Le Maire -que obtuvo un más que honorable 29,18 por ciento de los sufragios- y Hervé Mariton, que consiguió el 6,32 por ciento.
"Ha llegado la hora de pasar a la acción", añadió el líder conservador, que adelantó que a partir del lunes va a reunirse con "los principales responsables" de su formación para "crear las condiciones de la mayor unión".
Palabras que serían un reconocimiento de sus planes para convertir la UMP en una máquina para reconquistar a la izquierda el poder, que él mismo perdió en los comicios presidenciales de 2012 frente al socialista François Hollande.
A diferencia de las presidenciales que lo colocaron a la cabeza de Francia, esta vez tendrá que tener en cuenta a otros grandes barones del gran partido conservador, siendo los candidatos con los que compitió por dirigir el partido, figuras de peso dentro del sector.
Por lo que tendrá que someterse a primarias dentro de la UMP para las presidenciales francesas, que tanto el partido como él mismo se han comprometido a organizar en 2016.
