Primer ministro italiano aseguró que relación entre ex jefe de servicios secretos y Telecom está protegida.
Fiscalía había acusado "asociación para delinquir" por una red de espionaje que afectó a políticos y otros personajes.
El jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, estableció que la relación entre el ex "número dos" de los servicios secretos militares (SISMI) Marco Mancini y la compañía telefónica Telecom está protegida por el secreto de Estado.
La Fiscalía de Milán había acusado a Mancini de "asociación para delinquir" y "violación de secretos oficiales" junto al ex jefe de seguridad de la firma Giuliano Tavaroli en el caso de una red de espionaje que afectó a políticos, periodistas, empresarios y a personajes del mundo del espectáculo en 2006.
La indicación de Berlusconi llegó después de que la jueza Mariolina Panasiti realizara una "interpelación" al Ejecutivo, como prevé la ley italiana en los casos en que el imputado alegue no poder defenderse sin violar un secreto de estado, para confirmar la naturaleza de esas relaciones, después de que Mancini se amparara en ese supuesto en un interrogatorio.
En un comunicado emitido este martes por el Gobierno italiano tras la publicación de la noticia por Corriere della Sera se precisa, no obstante, que la tutela del secreto se refiere, en este caso, sólo a las actas del proceso referidas a las relaciones internacionales entre servicios de información y al interna corporis (ámbito interno) de los organismos informativos.
Miedo por agresión
En otro caso, la joven italiana Nomei Letizia, de 18 años, aseguró que tiene miedo después de la agresión que sufrió el primer ministro el pasado 13 de diciembre cuando le lanzaron al rostro una miniatura de la catedral de Milán.
"Muchas veces me siento despreciada y ahora estoy teniendo miedo: después de lo que le ha sucedido a Berlusconi me doy cuenta de que mucha gente no tiene escrúpulos", refiere en una entrevista a Diva y Donna que saldrá el miércoles en los quioscos.
En un adelanto brindado por el seminario, la joven a cuya fiesta de 18 asistió Berlusconi en Nápoles el 26 de abril de 2009 y desencadenó el revuelo mediático que desveló todas las relaciones del primer ministro con chicas, afirma que a ella también le podría ocurrir "alguna cosa".
