Evento habría sido programado a cambio de favores en organización de la cumbre.
Magistrado desprendió su resolución del arresto de un empresario vinculado a irregularidades.
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| Guido Bertolaso es uno de los asesores más próximos a Berlusconi. |
El juez italiano que investiga la supuesta red de corrupción en torno a grandes eventos en Italia, entre ellos el G-8 del pasado julio, cree que se llegó a organizar una fiesta de sexo para el jefe de la Protección Civil, Guido Bertolaso, a cambio de favores en la organización de la cumbre.
Esto es lo que se desprende de la orden de arresto del empresario romano Diego Amenone, uno de los detenidos el miércoles en virtud de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía de Florencia y en la que también se investiga a Bertolaso, uno de los asesores de Berlusconi más próximos al primer ministro.
En esa orden de detención, a la que tuvieron acceso este jueves los medios de comunicación italianos, el juez encargado del caso explica que existen conversaciones telefónicas interceptadas en las que se puede escuchar cómo Amenone estaba encargado de organizar una "cosa mega galáctica" para Bertolaso que supuestamente incluía sexo.
"A tenor de las conversaciones interceptadas no parece permitir otra interpretación que la de que se trataba de prestaciones sexuales de las que Bertolaso supuestamente disfrutaba en el 'spa' de Amenone", afirma el magistrado.
En ese centro romano, llamado "Salaria Sport", Bertolaso supuestamente disfrutó "no sólo de masajes, sino también de auténticas y verdaderas prestaciones sexuales", añade el magistrado.
La investigación de la supuesta trama de corrupción en la organización del G8 de la isla de La Magdalena, que finalmente no se celebró al ser trasladada a L'Aquila tras el terremoto del pasado abril, apunta a que la fiesta "mega galáctica" estuvo propiciada por un aumento en los costes de la cumbre.
Según el juez, Anemone decidió organizar esa fiesta para el asesor de Berlusconi ante la preocupación que suponía para él el hecho de anunciar a Bertolaso, en septiembre de 2008, que los costos de las obras para el G-8 de las que se encargaba se salían un poco del presupuesto acordado.
