Se trata de interceptaciones en el marco de una investigación sobre una presunta trama que facilitaba mujeres para las fiestas privadas del primer ministro.
Corriere della Sera publicó en su sitió web los audios que acusan al jefe de gobierno.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, explicó supuestamente al empresario Giampaolo Tarantini que durante la nochevieja de 2008 tuvo a una fila de chicas ante la puerta de su habitación y de que de las 11 que se encontraban allí tan solo pudo tener relaciones íntimas con ocho.
Este es el contenido de las últimas escuchas telefónicas reveladas por el diario Corriere della Sera en su sitio web y se incluyen en las interceptaciones obtenidas en el marco de la investigación de la Fiscalía de Bari sobre una presunta trama que facilitaba chicas para las fiestas privadas del mandatario y en la que Tarantini figura como uno de los principales implicados.
Según el periódico, en una conversación telefónica mantenida el 1 de enero de 2009 entre Berlusconi y Tarantini, el mandatario comenta que está "rodeado" desde que la revista Playboy le había declarado "el político más sexy en el libro publicado el (día) 30".
"Ayer por la noche tenía una fila de chicas en la puerta de la habitación... Había once... Yo me lo hice solo a ocho porque no podía hacer más... No se puede llegar a todo, pero esta mañana me encontraba bien. Estoy contento con mi capacidad de resistencia (...)", dice supuestamente Berlusconi a Tarantini, según la transcripción publicada por el medio.
Berlusconi prosigue: "Escucha, no sé cómo hacerte venir aquí porque todas las camas están ocupadas. Estas (las chicas) no se van ni a cañonazos (...)".
Ante esta afirmación, Tarantini pregunta: "¿Pero cuántas chicas hay?" y Berlusconi responde: "Cuarenta". Tarantini vuelve a preguntar: ¿Pero han venido todas?", a lo que Berlusconi contesta: "No todas no. Eran 67 esas. Mientras tanto he comprado una casa aquí cerca para poder ampliar las plazas...12 plazas más".
De forma paralela, la Fiscalía de Nápoles investiga si Berlusconi fue objeto de chantaje por parte de Tarantini, considerado por los investigadores como la persona que reclutaba a las chicas que asistían a sus fiestas en sus residencias de Roma y Cerdeña.
Según la Fiscalía de Nápoles, Tarantini obtuvo dinero de Berlusconi a cambio de declarar que el mandatario desconocía que algunas de las jóvenes que acudían a sus fiestas eran prostitutas y, por ello, los fiscales habían solicitado interrogar al mandatario como persona ofendida, aunque los abogados del mandatario han anunciado que no se presentará a declarar.
