"Deberán asumir frente a la historia las consecuencias" que provocará en la dramática situación de los refugiados, advirtió el líder ONU.
Calificó como "absolutamente esencial" la apertura de un camino para la ayuda humanitaria.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, tildó de "totalmente inaceptable" la decisión de Israel de no permitir más convoyes humanitarios de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) al norte de la Franja de Gaza, donde "ya hay niños muriendo de hambre".
"La decisión de no permitir los convoyes de UNRWA hacia el norte de Gaza donde tenemos una dramática situación de hambruna es totalmente inaceptable", dijo el jefe de la ONU en una rueda de prensa en Amán junto al ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi.
Aseguró que aquellos que han tomado la decisión "deben asumir la responsabilidad frente a la historia de las consecuencias de esta decisión en relación con la dramática situación de la gente en el norte de Gaza".
Guterres recordó que es "absolutamente esencial disponer ya de un suministro masivo de ayuda humanitaria", lo que significa "abrir más puntos de entrada".
"Esto significa una concentración de esfuerzos de todas las entidades sin obstáculos y sin limitaciones por parte israelí para poder rescatar a la población del norte de Gaza que está en riesgo inminente de hambruna. Muchos niños ya están hoy muriendo de hambre", aseveró.
Este domingo, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, afirmó que Israel ha comunicado a la ONU que no aprobará más convoyes humanitarios dirigidos al norte de la Franja de Gaza.
Este nuevo obstáculo por parte de Israel a la ONU llega en un momento en el que crece la presión internacional para que el Estado judío permita el acceso de más ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde la mitad de la población está en riesgo inminente de hambruna, según un reciente informe de Naciones Unidas.
Israel no oculta sus intenciones de expulsar a UNRWA de la Franja y acusa a la institución de tener vínculos directos con el grupo islamista Hamás, después de denunciar en enero que 12 de sus 30.000 empleados participaron en los ataques del 7 de octubre, aunque Lazzarini asegura que no presentaron pruebas concluyentes.
Guterres se encuentra hoy en Jordania en una misión de solidaridad por el mes sagrado musulmán de ramadán, que también le llevó este fin de semana a Egipto, donde visitó el paso fronterizo de Rafah, el único punto no controlado por Israel a Gaza y por donde entra la gran mayoría de ayuda humanitaria.
