Miles de egipcios protestaron por blindaje de su presidente
Desde ahora todas las decisiones de Mursi quedan fuera del escrutinio judicial.
En las calles se vieron enfrentamientos entre oposición y seguidores del mandatario.
Desde ahora todas las decisiones de Mursi quedan fuera del escrutinio judicial.
En las calles se vieron enfrentamientos entre oposición y seguidores del mandatario.
Decenas de miles de personas se echaron este viernes a la calle en El Cairo y otras ciudades egipcias para protestar contra la decisión del presidente de Egipto, Mohamed Mursi, de blindarse ante la Justicia, una medida que este defendió en un discurso ante sus fieles.
La controvertida declaración constitucional anunciada el jueves, por la que todas las decisiones presidenciales quedan fuera del escrutinio judicial, empujó a los grupos de la oposición no islamista y a asociaciones de la sociedad civil a convocar protestas que en algunos casos tuvieron derivas violentas.
Jóvenes manifestantes incendiaron sedes del islamista Partido Libertad y Justicia, que presidió Mursi, en las ciudades de Alejandría, Suez o Ismailiya.
La mayor concentración, en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo, transcurrió de manera relativamente pacífica, aunque también se registraron algunos choques entre la policía y revolucionarios, que lanzaron piedras hacia las fuerzas de seguridad que custodiaban las cámaras del Parlamento.
Según dijeron a EFE fuentes de la seguridad egipcia, más de 200 personas resultaron heridas durante la jornada en El Cairo y otras 70 en Alejandría.
Mursi hará "lo que sea necesario"
No muy lejos de Tahrir, junto al Palacio Presidencial, Mursi aparecía en público por primera vez desde que dictó su decreto, rodeado por los más fieles y subido a un escenario montado por su antiguo partido.
Allí, defendió que nunca ha sido su intención la de acumular poderes, pero que si ve al país en peligro hará "lo que sea necesario" con el objetivo, dijo, de conseguir la estabilidad política, económica y social.
En su declaración presidencial, Mursi también decretó que la Asamblea Constituyente y la Cámara Alta no pueden ser disueltas por los tribunales.
Inmerso en una guerra abierta con el Poder Judicial, Mursi acusó a "quienes se esconden detrás de los jueces" de querer hacer descarrilar la transición a la democracia.
"No me gusta ni quiero utilizar procedimientos excepcionales, pero si veo que mi país está en peligro lo haré, porque es mi deber", señaló, al tiempo que aseguró que tiende la mano a la "oposición real".
"Respetamos la institución judicial porque en ella hay muchos individuos limpios, pero estamos frente a quienes se esconden tras ella. Los desenmascararemos; que no se piensen que no los vemos", agregó.