La alta comisionada de la ONU señaló que los hechos de violencia en este país "ha dejado cientos de miles muertos, millones de desplazados y muchas familias sufriendo".
También afirmó que varios de los actos registrados durante este conflicto "pueden considerarse crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad".
Al iniciarse la segunda década del conflicto en Siria, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, pidió que se hagan más esfuerzos para conseguir justicia, verdad y reparación para las víctimas, y urgió al gobierno a revelar todos los lugares donde están los detenidos.
"La violencia que provocó el conflicto armado ha dejado cientos de miles de sirios muertos, millones de desplazados dentro y fuera del país, y muchas familias sirias sufriendo para descubrir lo que ha ocurrido con sus seres queridos", lamentó.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU reconoce que es muy difícil indicar un número preciso de desaparecidos, pero considera que son decenas de miles.
"La última década ha sido testigo de un flagrante desprecio por la protección de civiles por parte de todos los implicados, que han cometido innumerables violaciones y abusos, algunos de los cuales pueden considerarse crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad", aseguró Bachelet.
En este sentido, celebró la reciente condena de un ex agente del Servicio de Inteligencia de Siria -en un juicio realizado en Alemania- por ayudar e incitar a crímenes contra la humanidad.
La alta comisionada destacó el papel que han tenido en los últimos años los juicios en tribunales nacionales fuera de Siria para sancionar los delitos cometidos durante la década de conflicto.
Con los esfuerzos para elevar el caso de Siria a la Corte Penal Internacional estancados, Bachelet pidió a los tribunales de los Estados que sigan llevando adelante procesos justos, públicos y transparentes para sancionar a los responsables.
Sobre los detenidos, la responsable de derechos humanos de la ONU pidió al Gobierno sirio que informe claramente de todos los lugares de detención que existen (sean oficiales o no) y que facilite listados completos con los nombres de todos los recluidos.
Asimismo, dijo que se debe llevar un registro oficial de los detenidos en cada lugar y permitir que se comuniquen con sus familias.
"Si un individuo muere, sus restos deben ser entregados a sus familiares, de acuerdo al derecho internacional", recordó.
