La reconstrucción de las zonas devastadas por los tres sismos que este mes sacudieron el centro y sur de México tendrá un costo, según datos preliminares, de más de 38.000 millones de pesos (2.116 millones de dólares), indicó el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
En una reunión de evaluación de los daños provocados por los terremotos de los días 7, 19 y 23 de septiembre pasado, Peña Nieto dijo que solo en los estados de Chiapas y Oaxaca se requerirá de una inversión de 6.500 millones de pesos para la reconstrucción de viviendas.
En los demás estados afectados por los sismos, la estimación de recursos para apoyo de vivienda ronda los 10.000 millones de pesos (557 millones de dólares), de acuerdo con cifras preliminares.
La reconstrucción de escuelas tendrá un costo de 13.650 millones de pesos mexicanos (unos 760 millones de dólares), mientras que la recuperación de más de 1.500 edificios históricos y de valor cultural supondrá una inversión de 8.000 millones de pesos (unos 445 millones de dólares).
Se trata de cifras "muy relevantes", que muestran el desafío que está por delante, afirmó el mandatario en la sesión celebrada en la residencia presidencial de Los Pinos y a la que asistió el sector empresarial y el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera.
Peña Nieto llamó al sector empresarial a participar en una mesa de coordinación de las labores de reconstrucción, que tendrá como finalidad "optimizar el uso y destino" de los recursos.
Habló de la necesidad de manejar con transparencia los fondos, destacó que los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) no son infinitos y se refirió a monederos electrónicos como una forma de entregar ayudas a las familias afectadas, de acuerdo con el censo.
El jefe de Estado destacó que hay una "hoja de ruta" clara de hacia dónde se deben orientar los esfuerzos para la reconstrucción y confió en que solo en unos meses las zonas afectadas por los sismos estén otra vez en pie.
Los tres terremotos registrados en las últimas tres semanas en México han ocasionado más de 430 muertos, lo que constituye la mayor cifra de fallecidos desde el trágico sismo de 1985 en Ciudad de México, que se calcula causó alrededor de 20.000 muertos.