El representante israelí, Danny Danon, señaló que la denuncia es un intento para manchar el nombre de su país.
En tanto la embajadora estadounidense, Nikki Haley, entregó su apoyo y declaró sentirse "indignada".
Piden a la ONU y a la comunidad internacional que tomen medidas contra los responsables.
Un informe presentado este miércoles por una comisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), acusó a Israel de establecer un régimen de "apartheid" contra el pueblo palestino, afirmación que enfureció a las autoridades israelíes y de la que se desmarcó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
El texto, publicado por la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de la ONU, concluyó que hay pruebas que muestran que "más allá de toda duda razonable Israel es culpable de políticas y prácticas que constituyen el crimen de 'apartheid' tal y como está definido jurídicamente en instrumentos legales internacionales".
La comisión tiene su sede en Damasco y está formada por 18 países del norte de África y Oriente Medio, incluida Palestina.
El representante israelí ante Naciones Unidas, Danny Danon, se refirió al informe como un "intento de manchar" el nombre de su país y lo consideró una "mentira descarada" y algo "despreciable".
También salió al paso del texto la embajadora estadounidense, Nikki Haley, que declaró sentirse "indignada" y reiteró el apoyo de Washington a Israel.
"Que esta propaganda antiisraelí venga de un órgano cuyos miembros casi universalmente no reconocen a Israel es poco sorprendente", dijo Haley.
Además, acusó al redactor del informe, el estadounidense Richard Falk, de emitir en el pasado comentarios parciales y "muy ofensivos" contra Israel.
Acciones para responder a las políticas israelíes
Guterres, por su parte, dijo a través de un portavoz que el documento se publicó sin ninguna consulta previa con la Secretaría General.
"El informe en su forma actual no refleja las opiniones del secretario general", dijo su portavoz, Stéphane Dujarric, a los periodistas.
El texto, de más de 60 páginas, concluye con un capítulo de recomendaciones en el que piden a la ONU y a la comunidad internacional que examinen acciones para responder a las políticas israelíes contra los palestinos y tomen medidas contra sus responsables.
