Princesa Catherine eligió un elegante vestido de la firma Alexander McQueen
Un elegante y sencillo vestido color marfil diseñado por Sarah Burton.
Un vestido que resaltaba su figura y estrecha cintura con un amplio lazo en la espalda.
Un elegante y sencillo vestido color marfil diseñado por Sarah Burton.
Un vestido que resaltaba su figura y estrecha cintura con un amplio lazo en la espalda.
El secreto mejor guardado de la boda del príncipe William con Kate Middleton, ahora princesa Catherine, se desveló este viernes finalmente: la novia llegó al altar con un elegante y sencillo vestido color marfil de la firma Alexander McQueen, diseñado por su actual directora creativa, Sarah Burton.
Kate Middleton, que salió dos minutos antes de lo previsto del hotel Goring, donde pasó su última noche de soltera, escogió un vestido que resaltaba su figura y estrecha cintura con un amplio lazo en la espalda y llevaba la cabeza cubierta por un fino velo.
Con un ligero escote en forma de "V", el vestido de la novia fue el centro de atención de quienes esperaban el histórico momento en la abadía de Westminster, a donde Kate, de 29 años, llegó acompañada de su padre, Michael Middleton, a las 11:00 hora local (07:00 de Chile).
A diferencia de la reina de Inglaterra, Elizabeth II, que lució un vestido de manga corta en su boda con el duque de Edimburgo en 1947, Kate Middleton eligió un modelo de manga larga, similar en eso, al que lució en 1981 la madre del príncipe Guillermo cuando se casó con Carlos de Inglaterra en la catedral de San Pablo.
La diseñadora Sarah Burton creó para Kate unas ceñidas mangas con abundante encaje y una cola de 2'70 metros, mucho más corta que el vestido de novia de Diana, que medía 7,02 metros
Por su parte, Sarah Ferguson vistió una cola de cinco metros y 18 centímetros en su boda con el príncipe Andrés, tío de William, celebrada en 1986.
La hermana de Kate Middleton, Pippa, fue la encargada de sostener la cola a lo largo de la alfombra roja que cubría el pasillo central del la abadía de Westminster.
Llamó la atención también el hecho de que Kate hubiera elegido llevar el pelo suelto, adornado con una diadema Cartier de 1936, cedida por la Reina, que la había recibido a su vez de la Reina Madre por su décimo octavo cumpleaños.