La protesta se extenderá por 48 horas y se repetirá la próxima semana.
Coincidirá, mañana, con el partido del Chelsea y el Atlético de Madrid en la Champions League.
Algunas líneas mantienen servicios mínimos en medio de una alta congestión.
Londres, la capital británica, vive este martes una jornada de caos debido a una huelga de 48 horas de los trabajadores del Metro en protesta por el planeado cierre de boleterías, que provocará la supresión de casi mil empleos.
La medida de fuerza empezó el lunes a las 16:00 horas de Chiley terminará mañana a esa misma hora, afectando a los tres millones de personas que usan a diario el principal medio de transporte de la ciudad.
Algunas líneas mantienen servicios mínimos, pero otras, como la Central, una de las principales, permanecerán cerradas.
Las compañías de autobuses aumentaron su flota en las calles, pero muchos trabajadores han optado por acudir al trabajo en taxi o en sus autos.
Los trabajadores del Metro iniciaron la huelga después de que fracasaran las negociaciones de última hora entre el Sindicato Ferroviario, Marítimo y del Transporte (RMT, siglas en inglés) y la compañía London Underground (LU). El paro fue convocado por el sindicato por el planeado cierre de 260 oficinas de venta de tickets el próximo año, con la supresión de 950 puestos de trabajo.
El director gerente del LU, Mike Brown, afirmó este martes que no habrá despidos forzosos y que a todos los trabajadores que quieran continuar en el Metro se les ofrecerá un empleo.
Sin embargo, además de este paro, RMT ya convocó una segunda huelga de 48 horas para los mismos días de la próxima semana.
El paro coincidirá mañana con la semifinal de la Champions League entre el Chelsea y el Atlético de Madrid, que se disputará desde las 14:45 horas de Chile en el estadio londinense de Stamford Bridge, lo que puede provocar otro caos para los miles de aficionados que acudan a este encuentro.
LU insiste en que apenas el 3 por ciento de los billetes de tren se venden en las ventanillas, ya que casi todos los usuarios utilizan la tarjeta electrónica "Oyster", que cargan en las máquinas de las estaciones o de manera automática a su tarjeta de crédito.
