La Policía Británica declaró que hubo un aumento considerable de la actividad terrorista.
Los arrestos relacionados con Siria aumentaron más de seis veces respecto a 2013.
Según la policía la colaboración con los servicios secretos británicos del MI5 ha sido muy efectiva.
La Policía británica detuvo durante 2014 a 165 personas por casos de terrorismo relacionados con el yihadismo en Siria, según cifras que divulgó este viernes Scotland Yard.
Los arrestos relacionados con Siria aumentaron más de seis veces el último año respecto a 2013, cuando se detuvo en el Reino Unido a 25 personas por financiar, cometer, preparar o instigar actos de terrorismo relacionados con grupos extremistas en ese país.
"Las cifras del último año demuestran un considerable aumento en el volumen, el alcance y el ritmo de la actividad antiterrorista en el Reino Unido", constató la coordinadora nacional de las unidades contra el terrorismo de la Policía Británica, Helen Ball.
"Hemos iniciado un número excepcionalmente alto de investigaciones, algo que no veíamos desde hacía muchos años", dijo Ball.
La Policía británica ha neutralizado diversos intentos de atentados de "diversa sofisticación", desde planes de "lobos solitarios" a "conspiraciones más complejas", relató la responsable policial.
La mayoría de esos planes, según Ball, estaban "dirigidos o inspirados" por grupos extremistas en el extranjero.
La coordinadora antiterrorista afirmó que la colaboración entre la Policía y los servicios secretos británicos del MI5 ha resultado "muy efectiva".
"Continuaremos nuestro vital cometido de proteger a los británicos y trabajar junto a ellos para combatir el terrorismo en todas sus formas", afirmó Ball.
En agosto de 2014, el Reino Unido elevó su alerta terrorista ante la creciente preocupación por la posibilidad de que cometan atentados ciudadanos británicos que regresan al país tras combatir con grupos extremistas en Siria.
El Gobierno comenzó en noviembre los trámites para aprobar una ley que impedirá temporalmente el retorno al Reino Unido de presuntos yihadistas.
La alarma creció en toda Europa tras los atentados de París, que dejaron 17 muertos hace dos semanas.
