El nuevo proyecto facilita a las parejas de raza blanca la adopción de niños de otras etnias.
El único requisito será la capacidad de hacerse cargo de un hijo.
La raza ya no será un impedimento para adoptar en el Reino Unido, según los planes que prepara el Gobierno británico para agilizar el proceso.
Los medios británicos informaron este sábado que el Ejecutivo dará a conocer el próximo martes los detalles de su proyecto, que en líneas generales quiere facilitar que las parejas de raza blanca puedan adoptar sin problemas a niños de otros orígenes étnicos.
El Gobierno instará a las autoridades locales y a los trabajadores sociales a que no retrasen el proceso de adopción por el hecho de que haya una diferencia racial.
La ley actual señala que los trabajadores sociales que evalúan a las familias que solicitan una adopción "deben tener en consideración las creencias religiosas, el origen racial y las circunstancias culturales y lingüísticas del niño".
La intención del Ejecutivo no es cambiar la ley sobre adopciones, sino establecer una nueva recomendación oficial en el sentido de que la única consideración para aprobar una adopción sea la capacidad y la idoneidad de los adoptantes para hacerse cargo de un menor.
La recomendación dejará claro, según los documentos a los que ha tenido acceso el diario The Times, que evitar la adopción de niños de distinta procedencia étnica es una práctica "inaceptable".
