El chileno es parte del Consejo de Cardenales junto a otros siete religiosos nombrados por Francisco.
La corresponsal de Cooperativa en Italia relató cómo se ha desarrollado el cónclave.
El cardenal emérito Francisco Javier Errázuriz afirmó que será el papa Francisco quien tome las decisiones luego de que el Consejo de Cardenales concluyera su primer ciclo de encuentros para reformar la curia.
El objetivo de este grupo de ocho cardenales -que el mismo Papa Francisco, con un documento firmado por su puño y letra, instituyó-, es crear un grupo de personas de confianza que le ayuden en el cambio radical que el Pontífice pretende ejercer sobre la actual Constitución apostólica de la curia romana y que le aconsejen e informen acerca de la situación en las diferentes diócesis esparcidas por el mundo entero.
Según lo publicado por el diario italiano La Repubblica, el Papa considera que la curia ha trabajado bajo un óptica vaticano-céntrica por lo que este será uno de los primeros puntos que deberán ser modificados. Los purpurados llegaron a Roma trabajaron codo a codo junto al Papa pero tal como se esperaba y debido a la complejidad de los temas, los primeros tres días de encuentros no arrojaron resultados concretos, pero sí una lista de prioridades.
El Cardenal emérito Francisco Javier Errázuriz, quien forma parte del Consejo, explicó a la corresponsa de Cooperativa en Italia que lo que están haciendo es "elaborar proposiciones para el Papa", pero aun no hay conclusiones. "Cuando las tengamos - agrega el Cardenal - será el Papa quien tomará las decisiones".
Por ahora lo que se puede adelantar es la revisión de la organización del sínodo de los obispos cuya estructura actual no permite que todos los participantes se puedan expresar. En segundo lugar pero no menos importante surgió la idea de una Iglesia con un centro vivo en otros lugares del mundo y no solo en Roma.
El grupo trabajó durante seis horas diarias, mañana y tarde. En un principio se reunieron en la biblioteca del Palacio apostólico, pero por comodidad de todos se optó por trasladarse a los salones de la residencia de Santa Marta ubicada dentro del Vaticano, lugar donde alojaron los cardenales y donde el Papa Francisco decidió vivir.
Los cardenales compartieron la mayor parte de la jornada junto al Papa. Los trabajos se abrían con una misa a las siete de la mañana, luego tomaban desayuno y a las nueve se sentaban a discutir acerca del futuro de la Iglesia. Las reuniones proseguían en la tarde, de cuatro a siete. Aunque almorzaban y cenaban en distintas mesas se encontraban en
la misma sala por lo que no falto el tiempo para los momentos de convivialidad.
La idea de constituir un grupo de cardenales con la tarea de aconsejar al Papa en la toma de decisiones surgió durante las congregaciones del pre conclave. Según lo que declaró el vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, en una de las ruedas de prensa.
"Cada uno de los miembros cuenta con la simpatía y la confianza del papa. Seguramente ellos ya se conocían por lo que se trabaja en un clima de absoluta serenidad". Los 8 miembros del Consejo provienen de diferentes países, el objetivo es precisamente contar con representantes de las diócesis más importantes del mundo. Cada uno le trajo al Papa sus propios documentos y propuestas para la reforma, las cuales el Santo Padre escuchó atentamente.
El Pontífice también invitó a los ocho cardenales a acompañarlo en la visita a Asís, la ciudad de San Francisco, y en todas las actividades de la jornada. "Hace mucho tiempo que el Papa quería peregrinar el 4 de octubre, el día de San Francisco y vamos todos con él. Nos trasladamos en dos autos diferentes y la idea es que participemos en todas las actividades", dijo Errázuriz. La ciudad se encuentra a unos 200 km. al norte de Roma.
El cardenal también recuerda que el primer viaje de su pontificado el Papa lo realizó "a la isla de Lampedusa ubicada en el sur de Italia y puerto de los barcos de inmigrantes africanos, para lanzar una corona a las aguas y rezar por todas la víctimas que han perdido la vida en el mar".
El jueves recién pasado una embarcación con más de 500 prófugos se incendio cerca de las costas de la Isla de Los Conejos dejando, hasta ahora, 200 muertos. El Papa se mostró afectado por la noticia y calificó la tragedia como "una vergüenza".
El Consejo de cardenales se reunirá nuevamente del 3 al 5 de diciembre con nuevos documentos y para profundizar los cambios anunciados en este primer ciclo de encuentros.
