Aseguran que el pontífice sanó a uno de sus hijos de una grave afección cardiológica.
El hecho fue divulgado por el portal Aleteia.org
La familia Cassidy estuvo junto al sacerdote cuando participó de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II en Roma.
Una familia estadounidense aseguró haber sido beneficiados por un milagro, luego de que el papa Francisco bendijera a la menor de sus hijas, quien padece un daño cardiológico, durante la pascua de 2014.
La pequeña Ave Cassidy, de tres meses, nació con sindrome de Down y tiene problemas serios en la vista y el oído, además de un grave defecto congénito en el músculo cardíaco, con dos pequeños agujeros en el corazón.
Según consignó el sitio Aleteia.org, la familia Cassidy participó de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II en Roma. En la oportunidad y con ayuda de uno de los miembros de seguridad papal, Ave llegó a los brazos del religioso, quien la besó y la bendijo.
De regreso a Estados Unidos, los padres llevaron a la menor a su habitual revisión médica, donde se estableció que el daño cardíaco casi había desaparecido, al revelarse que uno de los hoyos se había cerrado completamente y el otro se había reducido a la mitad.
Fue tras este nuevo diagnóstico que la madre de la niña recordó su encuentro con el papa Francisco, detallando que "su mano está ahí (sobre el corazón) y él es un Siervo de Dios".
De todos modos el sitio remarca que para que un hecho pueda ser catalogado como milagro, se requiere "siempre un profundo examen y un atento discernimiento y no pueden concluirse tan fácilmente" y se explica a continuación que "la Iglesia, en el proceso canónico con fines de beatificación o canonización de una persona, toma en consideración sólo los hechos prodigiosos, las curaciones, ocurridas post-mortem".
"El milagro debe ocurrir sólo tras el fallecimiento del Siervo de Dios para que atestigüe el hecho de que él está en el paraíso y por lo tanto puede interceder ante el Señor", añade.
