"Todas las familias pueden venir, ninguna está excluida". Así dijo este jueves el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Vincenzo Paglia, al referirse al VIII Encuentro Mundial de las Familias, que se realizará en septiembre en Filadelfia, y al que asistirá el papa.
El Vaticano presentó hoy oficialmente este evento, que la Iglesia Católica organiza cada tres años y se desarrollará del 22 al 27 de septiembre, días antes del Sínodo de los obispos, que también abordará el tema de la familia y sus problemáticas y cambios.
Aunque se trata de un evento que nada tiene que ver con la reunión de los obispos en octubre, se espera que "dé un impulso a los trabajos del Sínodo", explicó el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput.
Estas jornadas estarán caracterizadas por la organización, entre los días 22 y 25 de septiembre, de un congreso con varios seminarios, en los que se abordarán temas sobre la familia actual y para los que ya se han registrado 15.000 personas, agregó Chaput.
Esta presentación se produce dos días después de la del "Instrumentun Laboris", el documento que marca las líneas guías de la reunión de los obispos y en el que se habla de cómo la Iglesia debe afrontar la existencia de las nuevas familias como parejas de hecho, gays, divorciados o monoparentales.
Ante la pregunta de si estos eventos están abiertos a las que la Iglesia llama familias "en situaciones irregulares", Paglia aseguró que "todos pueden venir".
"Si alguno se siente excluido, dejo las 99 ovejas y voy a buscarlo", bromeó.
"Familias reales"
La visita del papa Francisco a Filadelfia, -que será una de las etapas del viaje que realizará a Cuba y Estados Unidos en esas fechas- comenzará el sábado por la tarde con su participación en el llamado "Festival de las Familias", y el domingo oficiará la misa de cierre.
El papa seguramente dirigirá un discurso a los participantes a este evento, donde habrá varios espectáculos y está previsto el concierto del tenor italiano Andrea Boccelli y el colombiano Juanes.
El arzobispo de Filadelfia explicó que aún no se ha cerrado el programa de los actos en los que participará el pontífice argentino, pero adelantó que en la misa que servirá de colofón a este encuentro se espera participen de uno a dos millones de personas.
El papa Francisco visitará Cuba y Estados Unidos durante septiembre. El encuentro de Filadelfia será una de sus actividades más masivas. (Foto: EFE)
Sobre la posible influencia que puede tener este evento en el Sínodo, Charles Chaput explicó que "es difícil imaginar que mucho del contenido de Filadelfia tenga un real e importante impacto en el Sínodo, pero muchos de los obispos que irán al Sínodo estarán en Filadelfia, verán familias y hablarán con ellas, y esto sí puede tener un impacto".
Durante los seminarios que precederán a la vigilia del sábado y la misa del domingo, se podrán escuchar varios testimonios y también se abordará el tema de las familias homosexuales, según se adelantó hoy en la presentación.
"Uno de los casos que escucharemos será el de una mujer abandonada por su marido y ella tiene un niño con problemas y lo tiene que cuidar sola; también habrá casos de familias separadas por la inmigración o abuelos que cuidan a sus nietos. La realidad de la vida familiar y de familias reales formará parte de nuestras discusiones", agregó Chaput.
"El centro de la atención"
Durante la presentación de este VIII Encuentro Mundial de las Familias se destacó que será una ocasión para poner de relieve la importancia que deben tener en la sociedad.
"La familia es un gran recurso de la sociedad. El Encuentro Mundial de las Familias será una ocasión muy importante para poner a las familias en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad civil", explicó Paglia.
Durante la rueda de prensa de hoy los organizadores dieron algunas cifras de la organización, como que cuenta con un financiamiento de 43 millones de dólares, y que 10.000 voluntarios se ocuparán de la logística.
Se anunció que se realizarán donaciones a diócesis más pobres de América Latina para que puedan venir como peregrinos los fieles con menores posibilidades económicas.
