El organismo criticó las "acusaciones penales sin evidencia" al dirigente.
Lo quieren procesar sólo por convocar a una marcha, dijo José Miguel Vivanco a Cooperativa.
Leopoldo López es acusado de terrorismo, homicidio intencional, lesiones graves e instigación a delinquir.
Expectación en Venezuela y fuera de sus fronteras provoca la situación del líder opositor Leopoldo López, quien anunció que se entregará este martes a las autoridades, requerido tras ser culpado por las protestas sociales que se registraron la semana pasada y que terminaron con tres personas muertas.
López, coordinador del movimiento "Voluntad Popular", ha defendido su inocencia y acusado "persecución" del Gobierno de Nicolás Maduro, poniendo una cuota de tensión adicional al convocar, desde la clandestinidad, a una nueva marcha en paralelo a su entrega.
En conversación con El Diario de Cooperativa, el director para Las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, repudió la situación que vive Leopoldo López, quien es acusado de terrorismo, homicidio intencional, lesiones graves e instigación a delinquir.
Vivanco comparó este escenario con la que vivía la oposición chilena durante la dictadura de Pinochet e incluso con estudiantes como Camila Vallejo ante un eventual régimen como el chavista en 2011.
"Sería algo así como intentar procesar penalmente a la líder Vallejo, que hoy día es diputada (electa), por los hechos provocados por otros durante las manifestaciones que convocó. Eso está ocurriendo en Venezuela", sostuvo Vivanco, que en 2008 fue expulsado del país tras emitir un crítico informe sobre la situación de las libertades individuales durante el gobierno de Hugo Chávez.
"A Leopoldo López, uno de los principales líderes de la oposición, se le está tratando de empapelar con acusaciones penales sin ofrecer la más mínima evidencia que lo involucre a él personalmente en esos hechos; simplemente el haber convocado a una marcha, como ocurría en tiempos de Pinochet en Chile, cuando líderes de la oposición, encabezados por Gabriel Valdés, terminaron detenidos porque convocaban a protestas pacíficas", manifestó el líder de la organización humanitaria.
Reacción a la FECh
Al interior de los estudiantes en Chile se ha generado también una polémica tras la declaración del fin de semana de la FECh en la que se marcó distancia con los manifestantes venezolanos y se acusó un intento de desestabilizar al Gobierno de Maduro.
Esta declaración ya tiene detractores entre los mismos estudiantes de la Universidad de Chile. El presidente del movimiento "Elegir" (vinculado a la centro derecha), Francisco Yirá, acusó "doble estándar" de los dirigentes de la federación.
"En el fondo lo que defiende la FECh es: 'Si el Gobierno está de acuerdo con mis ideas está bien que asesine, que vulnere los derechos de las personas, pero si no, entonces ahí nos preocupan los derechos humanos'... El doble estándar. Eso es lo que nosotros criticamos", señaló el consejero FECh.
Según Yirá, la declaración pasó sólo por un proceso informal, o sea, no se votó, por lo que no garantiza la representatividad de todas las facultades.
Chilenos residentes se dividen
El Diario de Cooperativa también conversó con chilenos residentes en Venezuela para preguntarles cómo viven in situ el convulsionado escenario político y social.
Sergio Arancibia es economista, comunicador social y académico en las universidades Católica Andrés Bello y Central de Venezuela. Daniel Retamal, es matricero proyectista en el área metalmecánica de la industria petrolera. Ambos viven desde hace más de 30 años en Venezuela, o sea, se fueron durante la dictadura de Pinochet, pero tienen una mirada distinta sobre lo que hoy en día ocurre en ese país, afectado por la inseguridad ciudadana, el desabastecimiento y las protestas sociales.
Coinciden en que la falta de productos básicos, como papel higiénico, aceite o harina puede compararse con lo vivido en Chile durante la Unidad Popular, pero difieren notoriamente en sus causas.
"El Gobierno ha concentrado en sus manos toda esa parte del comercio exterior, de esos bienes que escasean, y tienen una absoluta ineficacia. Poner a un grupo de funcionarios públicos a que compren pollo, papel toilette, aceite, arroz, en los mercados internacionales, es una tarea muy difícil como para ser realizada con eficiencia", piensa Arancibia.
"El Gobierno está importando grandes cantidades de papel toilette, pero desaparece de los supermercados por el contrabando de extracción que está ocurriendo en la frontera con Colombia. Ese desabastecimiento, como lo hubo en Chile, es diferente la raíz, pero el efecto que causa en la población venezolana es el mismo", comenta Retamal.
Otro de los problemas crónicos que hoy tiene Venezuela es el de la criminalidad. Según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia, el año pasado hubo más de 24 mil homicidios en el país: 79 por cada 100 mil habitantes.
"La inseguridad ha sido una constante en los últimos años acá. La cantidad de muertos violentos coloca a la ciudad de Caracas prácticamente en los primeros lugares a nivel mundial. No puede uno arriesgarse a que los muchachos anden en bus, en metro o a pie en las calles, porque son realmente actitudes casi suicidas", advierte Sergio Arancibia.
Para Daniel Retamal, esto es sólo "la inseguridad propia de ciudades grandes, como Caracas".
"Uno lo ve: acá hay secuestros express, en Chile también, sólo que la prensa no los refleja. Yo ayer tuve oportunidad de recorrer Caracas en la tarde y en la mayoría de las plazas y los parques había gente tranquila, sólo había algunos exaltados tratando de trancar las calles", contó.
