Fidel Reyes aseguró que su cliente "siempre ha asumido su responsabilidad en forma viril, no como otros", y dice la verdad sobre el vínculo entre el tráfico de drogas y el ex dictador.
El abogado de Manuel Contreras, Fidel Reyes, respaldó los dichos de su defendido, quien acusó al ex dictador Augusto Pinochet de enriquecerse gracias al narcotráfico.
"El nunca ha dicho algo respecto de alguien que no sea cierto. Puede que le moleste a muchos, pero la verdad a veces duele", dijo el abogado Reyes.
El jurista agregó que "en segundo lugar, él siempre ha asumido su responsabilidad en forma viril, no como otros", en una velada calificación de Pinochet, con quien Contreras ha tenidos numerosas y públicas desavenencias, a pesar de que en los años 70 era su mano derecha en los servicios de seguridad.
El abogado Reyes afirmó además que las revelaciones que hizo Manuel Contreras al juez Claudio Pavez, quien indaga el caso Huber, no tienen que ver con algo personal contra el dictador.
"No, venganza jamás, verdad siempre. Son los porfiados hechos, los hechos tal cual como son (...) las declaraciones que hace mi patrocinado, el general en retiro Manuel Contreras, descansan en hechos ciertos. Y si él afirma lo que ha afirmado es porque es verdad", dijo Reyes.
La versión respecto del origen en el tráfico de drogas de parte de la fortuna de Pinochet apareció este domingo en el diario La Nación.
La publicación sostiene que Contreras acusó a Pinochet de haberse enriquecido con el narcotráfico, en un informe que le entregó al juez que indaga el caso Huber, Claudio Pavez.
Contreras aseguró que la fortuna del ex dictador se debe a las operaciones de narcotráfico realizadas por su hijo, Marco Antonio Pinochet, junto al empresario chileno de origen sirio Edgardo Batich Villarroel y el químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Eugenio Berríos.
El ex director de la DINA afirmó que la droga se fabricaba en dependencias del Ejército, para ser vendida en Estados Unidos y Europa.
Contreras además relató en su informe Pavez que el coronel Gerardo Huber conocía tanto el tráfico de armas a Croacia como el tráfico de drogas, y su silencio le costó la vida.
El estar en conocimiento de estos detalles habría sido uno de los motivos por los cuales Huber apareció muerto con un disparo en la cabeza el 20 de febrero de 1992. (Cooperativa.cl)
