No obstante, el titular del Interior indicó que su "colaboración es muy marginal".
"Espero que se llegue al fondo del asunto", enfatizó en Cooperativa.
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| Los tanques fueron comprados en 1998 a Holanda. |
El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, se mostró dispuesto a declarar en la investigación por las coimas pagadas a oficiales del Ejército en la compra de los tanques Leopard en 1998, si eventualmente el juez Manuel Valderrama lo precisa, por su condición de titular de Defensa en la época.
"Cualquier cosa que sea colaborar con la investigación, de manera que se pueda aclarar más este caso yo estoy dispuesto", aseguró a El Diario de Cooperativa, aunque aclaró que su "colaboración es muy marginal si es que la hay".
El ex director de Famae Luis Iracabal Lobos y el brigadier en retiro Gustavo Latorre Vásquez fueron procesados por recibir pagos irregulares de 600 mil dólares, y luego puestos en libertad bajo fianza.
"Espero que se llegue al fondo del asunto, si los acusados verdaderamente recibieron estas coimas espero que tengan un castigo ejemplar y que ojalá esto sea de ejemplo para que no se vuelva a repetir", comentó.
La "parte positiva"Según sostuvo el secretario de Estado, lo primero que sintió al conocer la noticia "fue una gran decepción y una gran desilusión".
"Cuando esta confianza que uno ha puesto en la gente se ve de alguna manera, años después, que no correspondía, uno queda bastante desconcertado", lamentó.
No obstante, destacó que "la parte positiva" es que el magistrado "con un esfuerzo enorme logró a partir de información que logró del caso Riggs poder reconstituir y determinar una trama extraordinariamente complicada de interrelaciones y coimas pagadas a distintas oficiales".
Respecto a los comentarios del ex comandante en jefe del Ejército Ricardo Izurieta, quien dijo que el pago de coimas es una práctica habitual en militares y civiles, el ministro aseguró que "está totalmente equivocado", aunque destacó la "gran" figura del otrora general.
El caso de Cristóbal
En relación al caso de Cristóbal, el menor de 10 años que debió ser evaluado sicológica y emocionalmente tras conocerse su historia delictual, el ministro comentó que es "un problema realmente impactante".
"Es dramático que niños tan jóvenes empiecen una carrera delictual antes de los 10 años, uno dice '¿qué pasó aquí, dónde está la falla?'. Obviamente la primera falla está en la falta de estructuración de la familia", lamentó.
De acuerdo a Pérez Yoma, la "sociedad no puede darse por vencida y decir que este niño no tiene caso".
