El caso fue hecho público por Felipe Harboe y Karla Rubilar.
"Estamos viendo una situación francamente vergonzosa", sentenció el PPD.
Los diputados Felipe Harboe (PPD) y Karla Rubilar (RN) denunciaron este sábado públicamente ante los medios de comunicación el caso de un cliente de la tarjeta Presto a quien se le repactó unilateralmente una deuda y, luego de que éste presentara una demanda, se comprobó en un juicio que la empresa había falsificado su firma y su huella digital para ocultar la irregularidad.
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| La víctima, Manuel Donoso, acusó haber sufrido "una persecución" por parte de la empresa. (Foto: UPI) |
En el mes de enero de 2011, el Tercer Juzgado de Policía local de La Florida determinó que Presto debía pagar una multa de 50 UTM e indemnizar a la víctima, Manuel Donoso, con un millón de pesos por haberle realizado la repactación ilegal.
Además estableció, a partir de los antecedentes aportados por un peritaje policial, que la empresa había presentado documentos falsificados en el proceso.
"Hoy estamos viendo una situación francamente vergonzosa, y yo quiero pedirle directamente al señor Claudio Hohmann (gerente de asuntos corporativos de Walmart Chile) y a el señor Enrique Ostalé, gerente general (de la compañía), que den la cara por este caso", emplazó el diputado Harboe.
"¿Cómo es posible que los ejecutivos de la época hayan acompañado un documento que un juez de la República ha calificado como falso después de un peritaje de Carabineros, para justificar una repactación que nunca debió hacerse?", añadió el legislador, que emplazó a la firma a aclarar si ésta práctica es habitual.
El abogado de la víctima, Hernán Valenzuela, explicó que se presentó "una querella dirigida en contra de los ejecutivos que tienen la representación jurídica de la empresa, en razón que uno de los considerandos de la jueza calificó estos hechos como delictuales".
La presentación, añadió, también incluye "a los abogados (de Walmart) que se han prestado para esta situación de desprolijidad de utilizar en el juicio documentos falsos".
Persecución
Manuel Donoso, el cliente afectado por los hechos, explicó que su deuda original era de 500 mil pesos, pero tras ser repactada unilateralmente, creció hasta superar los 800 mil.
"Me siento muy pasado a llevar, siento que fue una práctica abusiva. (Representantes de la compañía) iban a la casa de mis papás -que fue la que yo presenté- y me llamaban diciendo que estaban ahí para que yo firmara", relató.
"Mis papás son ya mayores. Se presentaban en mi casa, estando en juicio, diciéndome que repactara nuevamente, entonces, fue una persecución realmente de miedo, de mucho miedo", agregó.
