Claudia Torres y Carla Coderch aseguraron que las empresas a las que denunciaron en los tribunales, McDonald's y Copesa, intentaron silenciarlas con acuerdos monetarios insatisfactorios.
Claudia Torres y Carla Coderch, afectadas por los casos de una hamburguesa con trozos de metal y de los "churros explosivos", respectivamente, llamaron a las personas a informarse y a perseverar en las demandas contra las grandes empresas, ya que es posible conseguir logros si mantienen la pelea en tribunales.
En conversación con Una Nueva Mañana, Claudia Torres, quien perdió una de sus piezas dentales tras morder un pedazo de metal que estaba en una hamburguesa de McDonald's, señaló que hasta el día de hoy la cadena de comida rápida no reconoce su falla en el control de calidad.
"Yo sé que fue un accidente, pero hubiera sido diferente si ellos hubieran reconocido el error. Yo hasta el día de hoy no sé qué salió en la hamburguesa", dijo Torres.
La mujer relató que la empresa intentó pagar el costo del tratamiento dental al que debió ser sometida, pero exigió la firma de un documento en el que se desligaba de toda responsabilidad del hecho y le prohibía comentar el hecho.
Esta situación es similar a la que vivió Carla Coderch, tras recibir quemaduras graves en su rostro y manos, por seguir un receta de churros, publicada en la revista Mujer del diario La Tercera.
Coderch afirmó que hace cuatro años la abogada de Copesa, consorcio periodístico que edita el diario, junto a una asistente fueron a su casa a hacer un inventario, para luego ofrecerle una suma de 100 mil pesos siempre para que firmara un documento en el que desisitía de reclamar algún tipo de indemnización.
La mujer, quien recibirá 25 millones de pesos, de acuerdo a una sentencia judicial, dijo que el daño moral es imposible de pagar, pero que la cifra ayudará a paliar las altas sumas de dinero que debió desembolsar por sus lesiones.
"Yo más de un año estuve con cirujanos plásticos particulares, con tratamiento kinésico en una clínica de quemados, con kinesiología para quemados; tengo que usar guantes especiales, las cremas. Yo estuve que estar en la casa encerrada porque el sol me hacía mal, sólo salía para los tratamientos médicos", dijo la afectada.
Ambas mujeres coincidieron en la importancia de perseverar en este tipo de demandas, ya que, según Claudia Torres, las empresas aplican una política del cansancio con trámites y negociaciones que lo que buscan es que la gente se rinda en su intento de justicia.
"Para esto hay que ser bien perseverante e insistir, porque ellos lo que tratan es que uno se canse, se aburra, y lamentablemente hay gente que deja las cosas en el camino. Hay que tener los medios, ser perseverante, y pedir ayuda", finalizó Torres. (Cooperativa.cl)
