Cristián Bonacic indicó en Cooperativa que el principal problema es la falta de agua y alimento, además de la presencia de cenizas.
Los animales propios de la ganadería "van a terminar muriendo si no son retirados rápidamente de ahí",
"Los animales pueden sentir una gran cantidad de estímulos negativos en una gran diversidad de formas", dijo.
El veterinario y docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, Cristián Bonacic, detalló en conversación con GPS de Cooperativa los riesgos que corren los animales tras la erupción del volcán Calbuco en la Región de Los Lagos.
"Los animales pueden sentir una gran cantidad de estímulos negativos en una gran diversidad de formas y con muchos cambios en sus organismos. La gran cantidad de ruido, rayos, fuego, la caída de piedras, de cenizas volcánicas, los temblores, indudablemente que eso genera un tremendo estrés, un tremendo estímulo, los pone en alerta", explicó.
Bonacic añadió que, respecto a los efectos, hay que clasificar según el tipo de animal, ya que "unos son los animales silvestres y otros son los animales propios de la ganaderías, como las vacas, ovejas, equinos; y los otros son las mascotas".
"En el caso de los animales que están ahí por razones ganaderas, indudablemente que la pérdida de alimento porque son herbívoros, consumen pasto, la cubierta de cenizas sobre su forraje habitual les genera un tremendo trastorno porque no pueden comer el alimento que habitualmente comen", indicó.
Además, sostuvo que "la ceniza en suspensión les genera problemas en los ojos y, después de las primeras 72 horas, la situación se vuelve dramática porque por su desesperación van a empezar a consumir una gran cantidad de cenizas con el pasto y las hojas".
"La ingesta de ceniza volcánica de distinto diámetro va generando, sobre todo en los animales rumiantes, que se va quedando depositado en la primera parte del estómago (...) Hay erosión, hay ulceras y hay una pérdida de la capacidad de digerir el pasto y hay un problema de salud grave", explicó.
El veterinario advirtió en Cooperativa que "estos animales van a terminar muriendo si no son retirados rápidamente de ahí o no son albergados en alguna parte donde se les pueda dar alimento, heno, alfalfa y concentrado".
Respecto a la ceniza en suspensión "también pueden tener problemas oculares, lo que les puede impedir ver bien el alimento y le van a generar más estrés, y pérdida de capacidad de desplazarse y de alimentarse. Si el agua está contaminada con cenizas que se diluyen y que son tóxicas, pueden sufrir un proceso de intoxicación".
Incluso, Bonacic dio cuenta que el mayor problema es la falta del agua que puedan consumir, lo que puede producir "un estrés hídrico lo que rápidamente los puede llevar a estar en un pésimo estado de salud y a morir".
