La Región del Biobío, a través de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), capacitó a 144 comunidades locales en prevención de incendios, con miras al verano que se avecina y tras la catástrofe del anterior, que cobró cerca de una veintena de vidas en la zona.
"Hay un trabajo profundo en la prevención de los incendios. La prevención es esencial y por eso que tenemos también comunidades que trabajan justamente en la prevención. Conaf ha hecho un trabajo profundo en nuestra región. Hay 144 comunidades que están preparadas para la prevención", relevó la delegada presidencial regional, Daniela Dresdner.
En ese marco, "lo que tenemos que hacer justamente es que, si existen personas que están intentando generar un incendio de manera intencionada, es que podamos encontrarlos a tiempo para que eso no se transforme en un incendio grande; y lo mismo cuando tenemos las fajas (de seguridad), que son las fajas que hay que limpiar, eso también se trata de prevención, de poder revisar y de poder tener la información disponible", sostuvo.
En el Biobío ya hubo dos incendios forestales durante el invierno, una situación anormal para la época de lluvia. Y expertos advierten que el verano que viene traerá condiciones propicias para la propagación de siniestros, tanto o más que en la temporada reciente.
De hecho, el conocido factor 30-30-30 (temperaturas superiores a 30°C, vientos sobre los 30 kilómetros por hora y una humedad relativa del ambiente inferior a 30%), que facilita el inicio de incendios, podría agravarse a 40-40-40.
Patricia Vera, dirigenta vecinal de la localidad de Juan Riquelme, ubicada entre Concepción y Cabrero, rememoró que "en el principio, en el 2017, tenía mucho miedo, estaba atemorizada por lo que estaba pasando alrededor de mi casa".
"Pero como vecina colindante con la forestal y trabajando en el comité de prevención 365 días del año, somos vecinos empoderados a cargo de cuidar el entorno y prevenir los incendios. Hoy nosotros tenemos conocimiento. Hoy podemos decir: estamos para combatir el fuego juntamente con todas las personas involucradas", enfatizó.
El Gobierno anunció recientemente un presupuesto de 148.000 millones de pesos para combatir los incendios en verano, lo que supone un aumento del 47 % con respecto a la temporada anterior, que fue una de las más devastadoras en los últimos años.
Los recursos permitirán a la Conaf mantener 70 aeronaves -el año pasado, en principio, fueron 63- y 311 brigadas terrestres en las 16 regiones del país. En el Biobío tendrán sede 11 aviones, y también lo será -en el Aeródromo María Dolores en Los Ángeles- de uno de los dos modelos C-130 que están siendo licitados.
CORMA ESTUDIA ACCIONES POR RESPONSABILIDAD DE ELÉCTRICAS
La Corporación Chilena de la Madera (Corma), gremio que agrupa a las empresas forestales, aumentó de 61 a 67 a las aeronaves que dispondrá para la temporada de mayor ocurrencia de incendios.
Mientras tanto, la organización evitó adelantar si tomará acciones judiciales luego de que el Ministerio Público afirmara haber haber establecido "científicamente" que los principales siniestros que asolaron en febrero de este año al Biobío iniciaron por responsabilidad de las empresas eléctricas Frontel -de propiedad del Grupo Saesa- y Coelcha.
"En el caso de incendios por negligencia, nosotros esperamos que las instituciones funcionen y lleguen hasta las últimas consecuencias. Nosotros hacemos las denuncias y cuando tenemos antecedentes nos querellamos contra quienes resulten responsables. En el caso de haber más antecedentes, los abogados están revisando los antecedentes para ver cómo seguimos adelante. El saber que hay un responsable es un avance notable en la investigación y ahora tenemos que dejar que las instituciones funcionen", comentó Alejandro Casagrande, presidente de la Corma Biobío-Ñuble.
El Plan Nacional contra Incendios Forestales 2023-2024 contempla también el apoyo militar a los brigadistas que combatirán los siniestros en la Macrozona Sur.
