El retraso en la vuelta a las aulas del colegio de Enseñanza Básica "Eusebio Lillo" se debe al robo que sufrió el complejo educativo porteño, el que fue estimado en 30 millones de pesos.
Más de 3.000 estudiantes de Enseñanza Básica de Valparaíso verán retrasado su ingreso a clases, debido a que el establecimiento, que está en construcción, sufrió robo en su infraestructura avaluado en cerca de 30 millones de pesos.
El colegio "Eusebio Lillo", uno de los más grandes de la comuna, fue despojado de elementos de alcantarillado y servicios higiénicos, entre otros artefactos.
El robo implica que las alumnas del establecimiento ubicado en el sector del Almendral, verán postergado su vuelta a clases hasta más allá del mes de marzo, según señaló el gerente general de la corporación municipal, Juan Torrejón.
"Van a tener que esperar que estén terminadas las 25 salas necesarias para iniciar las clases en dos jornadas y, por lo tanto, van a tener una prolongación del período de vacaciones. El programa electivo se recuperará en horarios adicionales y ocupando algunos días de las próximas vacaciones", sostuvo.
La Municipalidad de Valparaíso interpuso una querella ante el Tribunal de Garantía en contra de los responsables del hurto.
Para evitar nuevos robos mientras el complejo educativo esté en construcción, se solicitó resguardo especial de Carabineros en el perímetro del recinto.
El establecimietno debía haber sido entregado de forma inicial el año pasado, sin embargo, por problemas con las empresas contructoras, en esa fecha, se aplazó indefinidamente.
