El subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, rechazó las miradas "fatalistas" en torno al proyecto "Admisión Justa"que propone el Gobierno para reformar la Ley de Inclusión y el Sistema de Admisión Escolar, con el que busca reponer la selección mediante pruebas para los establecimientos de alta exigencia.
En entrevista con El Diario de Cooperativa, Figueroa defendió la iniciativa de las críticas y explicó que "lo que hace es perfeccionar en parte el sistema y retomar un debate que quedó pendiente el mismo día que la Ley de Inclusión Escolar se aprobó".
"Ese mismo día el en ese tiempo ministro (Nicolás) Eyzaguirre, de Educación, dejó muy claro que en materia de selección para establecimientos de alto rendimiento académico había quedado pendiente y que debía resolverse, y luego nunca más se trató", recordó.
Expuso que el proyecto toma la posta y apunta a "permitir que los liceos que operan desde la enseñanza media, y muchos que parten desde séptimo hasta cuatro medio, que estén calificados en la categoría de desempeño alta, puedan seleccionar a sus alumnos desde séptimo básico sobre la base del rendimiento académico, hasta el 100 por ciento".
Pero precisa que, para evitar segregación, "asegura y fuerza que al menos el 30 por ciento de esos alumnos sean prioritarios, que pertenezcan a los dos primeros quintiles (...) están obligados".
Asimismo, el subsecretario aclara que el número de establecimientos a los que apunta el proyecto es "acotado (...) del orden de 300 que podrían, si quieren, porque es voluntario, acceder a este mecanismo de selección que por diseño asegura que no se produzca ningún tipo de segregación".
Por ello, planteó que "hay que tener cuidado, no podemos entrar en una fatalidadde que todos los alumnos no están en condiciones de acceder a mejores alternativas a través de su rendimiento académico, a proyectos de alta exigencia".
Defendió también que se vuelva a plantear las entrevistas familiares en el proceso: "Lo único que plantea el proyecto es eliminar una restricción temporal que hoy existe en la ley, que permite las entrevistas, pero la prohíbe justo cuando los padres quieren tener más información (...) en el período de postulación, pero se mantienen todas las características de la ley de inclusión, que no son vinculantes para efectos de la admisión".
De acuerdo con datos del subsecretario, en el último proceso de admisión hubo alrededor de 290 mil postulaciones, de las cuales el 82 por ciento quedó en alguna de sus preferencias, de ellos, el 59 por ciento en su primera opción.
