El consejero de Educación 2020 Mario Waissbluth aseguró que privilegiar la gratuidad en la educación superior para el 60 por ciento de los estudiantes más vulnerables, como anunció la Presidenta Bachelet el 21 de mayo, es una medida populista y que no se debió favorecer sólo a universidades del Cruch.
En conversación con Lo que Queda del Día, el experto indicó que "yo y en Educación 2020 no estamos de acuerdo en lo absoluto en estar mandando 500 millones de dólares para la educación superior gratuita para el próximo año mientras se está chuteando completamente el problema de la educación parvularia en Chile".
En ese sentido, Waissbluth explicó que se necesitan 15 mil parvularias para tener jardines infantiles y salas cunas de calidad, pero los niños "no tiran pañales con caca a La Moneda".
"Me parece que es una medida populista, que no es una medida con visión de Estado y de largo plazo chutear el tema", enfatizó.
Además criticó privilegiar al Cruch versus otras universidades y ejemplificó explicando que hay universidades estatales como la Arturo Prat que tienen carreras que no están acreditadas por no cumplir con los estándares de calidad y que, sin embargo, tendrán gratuidad a diferencia de carreras similares acreditadas por cinco años en casas de estudio privadas como la Universidad Diego Portales y Alberto Hurtado.
"Para mí ese chancho está mal pelado", sentenció el experto puesto que "Cruch es calidad y no Cruch es mala calidad es una falacia. No estoy diciendo que en Cruch no haya buenas universidades, pero también hay universidades bastante más reguleques que algunas universidades no Cruch".
Carreras de mala calidad
A su juicio, la gratuidad anunciada "va a incentivar el crecimiento de carreras de mala calidad", algunas de las cuales, incluso, han visto rechazada su acreditación en ocho y 10 años.
Waissbluth aseguró que le parece bien focalizar la gratuidad en los más vulnerables pero que estudien carreras acreditadas. En ese sentido, indicó que en Chile el 75 por ciento de las carreras no están acreditadas.
Bajo su criterio, primero se debió hacer una ley para mejorar el sistema de acreditación, para dar más garantías y "más recursos porque el sistema de acreditación es pobre como un rata".
Respecto de los recursos que destinará la reforma tributaria para la reforma educacional, explicó que "hemos hecho cálculos detallados y la reforma educativa escolar y preescolar cuesta en régimen del orden de 4.500 millones de dólares y la gratuidad total prometida por la Presidenta cuesta cuatro o cinco mil millones de dólares y no llegamos a eso ni con flecos", concluyó.